Una vez que el equipo del departamento de Pedagogía de la Facultad de Educación de Palencia de la Universidad de Valladolid, conformado por nueve personas y dirigido por la docente María Tejedor, ha recopilado toda la información sobre los hábitos de desplazamiento a los colegios en la capital, ha llegado el momento de construir los caminos escolares desde la participación familiar y escolar.
De los 24 centros educativos que hay en la capital, 18 se han sumado por ahora al proyecto, a los que se le ha trasladado siete retos que pasan por aumentar el número de niños que van al colegio caminando; participar en jornadas sensibilización;introducir curricularmente la movilidad sostenible; desarrollar sesiones formativas sobre movilidad escolar sostenible para escolares, familias y profesorado; colaborar en el diseño de las rutas para la señalización de los caminos escolares;proponer medidas para tener un entorno escolar más sostenible; y eliminar el tráfico en el horario de acceso al centro escolar.
Muchos de ellos llevarán a cabo este curso varios de esos retos pero el centro que se ha implicado para cumplir con los siete y que funcionará como proyecto piloto es el Padre Claret, que ya tiene su camino señalizado.
La intención de los organizadores es que, con el apoyo económico del Ayuntamiento, «cada año se sumen cinco o seis colegios más», comenta Tejedor. «La acogida ha sido buena y, ahora mismo, hay becarios de la Facultad que están yendo a los colegios a dar las charlas y explicar a las familias el proyecto, qué se está haciendo y qué más puede hacer. Además, estamos configurando esa red de comercios amigos, a los que se identifica con una pegatina», añade.
El cambio en la movilidad, clave
Durante la presentación de esta iniciativa de caminos escolares, los organizadores ya advirtieron que entre el 37,8 y el 49% de las familias palentinas lleva a sus hijos al colegio en coche. Son trayectos que duran entre 7 y 10 minutos y que no suponen un ahorro de tiempo respecto a ir andando. Este uso explica las aglomeraciones en las puertas de los colegios por el estacionamiento y bajada de los niños con el peligro que conlleva. Casi un 45% de las familias que van en vehículo asegura aparcar momentáneamente en la acera o la calzada aunque no está permitido. Solo si se cambian estos hábito se logrará el éxito de los caminos escolares.