Las empresas de Castilla y León registraron 6.685 accidentes laborales con baja durante el primer trimestre del año, lo que supone un aumento del 1,5 por ciento en comparación al mismo periodo de 2022. Los datos, difundidos hoy por CCOO, revelan que once trabajadores perdieron la vida entre enero y marzo de 2023 en sus puestos de trabajo, dos menos que en el año anterior. Sin embargo, se contabilizaron 44 siniestros graves, con un aumento del 22,2 por ciento; y 6.630 leves, que crecieron un 1,4 por ciento. Los accidentes in itinere sumaron 710 en el periodo de estudio, con un incremento del 17,7 por ciento, dos de ellos mortales, uno por debajo del dato de hace un año. 

"Es inadmisible la pasividad de los empresarios, así como de la Junta de Castilla y León, que no hace todo lo posible para poner freno a la terrible lacra que supone la siniestralidad laboral en nuestra Comunidad. La mayoría de los accidentes son evitables con el cumplimiento escrupuloso de la legislación vigente en materia de prevención de riesgos laborales" declaró Fernando Fraile, secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO de Castilla y León.

Además, Fraile aclaró, según recoge Ical, que es urgente un "mayor compromiso" por parte de los empresarios con la seguridad y la salud de las personas trabajadoras, "impulsor de la cultura preventiva mediante una formación e información específica y adecuada a la realidad de los trabajadores y las trabajadoras en cada centro".

El secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO de Castilla y León recalcó que "no se puede normalizar" la siniestralidad en el trabajo. "No es normal que un trabajador o trabajadora, enferme o pierda la vida como consecuencia del trabajo que realiza. Es imprescindible que se pongan todas las medidas necesarias para frenar esta lacra que es la siniestralidad", concluyó.