Las fiestas de Nuestra Señora del Castillo y San Roque vuelven con más fuerza que nunca a Cervera cargadas de tradición y novedades. Del 5 al 27 de agosto la localidad disfruta de una programación que combina actividades que se han celebrado en las fiestas durante décadas y nuevas propuestas que pretenden animar a todos los públicos.

Ayer se celebró uno de las mejores eventos de la localidad,  la construcción del arco de San Roque en la calle Los Labradores. El día del santo se inició con un pasacalles y la celebración de una misa en su honor. La procesión comenzó a las 12 horas con la tradicional parada bajo el arco. Para ello, los vecinos se vistieron con los trajes tradicionales mientras cantó el grupo de marceros local para amenizar la jornada. 

«La participación de los cerveranos ha sido muy buena. Esto no se podría hacer si no contásemos siempre con el apoyo de la gente. Colaboran todos: desde los clubes deportivos hasta las peñas, asociaciones del municipio que participan y organizan distintas actividades, sin olvidar a todos aquellos vecinos que se lanzan a trabajar y echar una mano», comenta Jorge Ibáñez, alcalde de Cervera.

Cervera de Pisuerga honra a San RoqueJuegos clásicos como el bolo palentino continúan la tradición en la localidad. El  campeonato de bolos es un año más uno de los protagonistas en las fiestas. Como no podía ser de otra manera, la música no podía faltar. Con sabor a tradición marcando el ritmo de Cervera vuelven los conciertos de folk.  

Además, las orquestas continúan atrayendo a los más jóvenes y mayores de la localidad. Otro de los eventos que tuvo una gran acogida en las anteriores fiestas y que se repetirá este año son los vermús musicales.

Citas como la quema de la trucha se siguen conservando en Cervera y otras llegan por primera vez como es el caso del circo La Ruda, una exhibición de artistas callejeros que se espera que tenga una buena acogida en la localidad. Las peñas también aportaron su granito de arena con una yincana y una hollyfest.

«Considero que la clave de las fiestas de un pueblo del tamaño de Cervera está en abarcar los distintos colectivos y que todo el mundo sienta que tiene una actividad a la que puede acercarse», concluye Ibáñez.