Investigados por delito animal tras enterrar a una galga

DP
-

El hijo y una hermanastra fueron sorprendidos por la Policía Nacional cuando procedían a enterrar a una perra casi esquelética

Investigados por delito animal tras enterrar a una galga

La Policía Nacional ha identificado a una mujer de 45 años y a su hijo de 17, menor de edad, como presuntos autores de un delito de maltrato animal, los hechos tuvieron lugar a las 16:00 horas del miércoles día uno en las inmediaciones de la Avenida Derechos Humanos, gracias a la colaboración ciudadana con la Policía Nacional, cuando una mujer llamó a Emergencias 112 e informó que dos personas, portaban una bolsa que le resultaba poco adecuada, en función del lugar y hora y se disponían a enterrarla. 

La Sala CIMACC 091 comisionó a una dotación de Atención al Ciudadano que se personó en el lugar, de manera inmediata, descubriendo "in fraganti" los policías actuantes como dos personas estaban enterrando algo y a quienes dieron el "alto Policía", emprendiendo estos la huída, siendo alcanzados con el apoyo de otro vehículo "Z". Se procede a su identificación resultando tratarse de un varón de 17 años y una mujer de 19 años, hermanastros entre sí.

Se procedió a desenterrar la bolsa, y en su interior se encontró un perro galgo, casi esquelético, con evidentes síntomas de desnutrición y a la que le habían extraído su chip identificador, para evitar la identificación de su propietario.

Policía Nacional citó a los progenitores para comparecer en Comisaría y recabaron de las Administraciones Públicas competentes quienes pudiesen hacerse cargo de los restos del animal y su necrosis. Policía Nacional procede al traslado de los menores a Comisaría para la continuación de la investigación y el total esclarecimiento de los hechos.

Momentos después se personó en Comisaría la madre del menor, quien voluntariamente quiso declarar sobre los hechos, manifestando estar atravesando una precaria situación económica, que la enfrentó a la disyuntiva de dar de comer a su hijo e hijastra, antes que a los tres perros que tiene, y de los que no se quería desprender, por el gran cariño que les profesaba. La situación llevó al inevitable fallecimiento de la galga, la más pequeña y débil, algo, que dice, no pudo prever, por lo que se informó a Policía Local de la existencia de dos perros más, para que se hiciese cargo de su traslado a la perrera municipal.

La aducida situación económica le impedía dar un entierro al animal, por lo que se vio obligada a deshacerse de el, y decidió extraerle el chip y darle entierro de esa manera.

La Policía Nacional dio aviso a los servicios municipales y la Policía Local trasladó al can a la Clínica Veterinaria "BIGOTES" a la espera de la necrosis que determinará la causa del fallecimiento del animal y sus condiciones previas

Policía Nacional completó su investigación decretando a la compareciente como mera investigada, no detenida, dadas las circunstancias concurrentes y dando traslado de lo actuado a la autoridad judicial.