Llegué del Sur, / pero dejé al olvido/ la fugaz belleza de la jara, / el esplendor floral de los almendros, el aroma del tomillo, / el verde tierno de la oliva entre mis manos. / Y busqué entre las tuyas, /la esperanza del amor/ que ganó altura en tu tierra, /junto al fuego generoso de la trébede. / Era febrero, amor, / hoy, primavera. / Y nuestros pies, en la nieve, /dejaron huella en busca de futuro compartido. / Tejimos nuestros sueños/ con rumores de escarcha, / anudamos cada aurora a golpe de corazón / Y el deseo brotó gozoso al filo de la tarde. /Tu palabra me sembró de amaneceres / y certezas exactas, / del silencio preciso / para escuchar nuestra canción de amor. / Cierro los ojos/ me dejo inundar por la nostalgia. / Enhebro aromas de jaras y tomillo, / Camelias y azucenas, /campanillas azules que llenaron mi infancia. / La vida se llevó nuestros febreros. / Atesoro tus gestos, tus palabras, / busco su cadencia repetida / y siempre, como brisa suave, / Hoy, no estás a mi lado / Y, de nuevo, te digo / que me son necesarias tus caricias, / el pan dulce de la mirada, / El calor de tu cuerpo. / Solo me queda tu recuerdo / para siempre.
¿Por qué escribí un poema para despedir a mi marido, y no una reflexión al uso? Sé bien cómo he vivido ese amor junto a un hombre que me dio todo y, para mí, el poema es una liberación emocional. La catarsis necesaria. Gracias a Carlos Santoyo, director,  y a los redactores jefes: Jorge Cancho y Carmen Centeno, quienes, en este querido Diario Palentino jamás  marcaron tema, ni sentí prohibición alguna al escribir mi columna. Y, desde ella, agradezco a los buenos palentinos, por haber acompañado a la familia en días de dolor con pésames, oraciones y asistencia a los actos religiosos. 
Gracias a  cuantos nos prestaron abrazos y  palabras de consuelo  en el tanatorio como nuestro obispo, Manuel. A los sacerdotes, Donato,  Eduardo y Juan de Dios que le confortaron espiritualmente en difíciles momentos y a quienes celebraron la vigilia y misa de familia. Cadena SER, emocionante programa, gracias. Al Norte de Castilla. A cuantos escribieron -con tanto amor- en Diario Palentino. Por esas emotivas cartas, mensajes de voz y escritos en WhatsApp: Gracias, llevadlo en vuestro corazón.