Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


... luego son seres humanos

22/08/2023

Hace un par de meses el Gran Maestro de una organización Masónica Internacional, senador por la izquierda, me enviaba un pequeño vídeo en el que apoyaba la causa feminista y atacaba la perversión machista de la violencia de genero. 
Le manifesté que lo compartía plenamente, como persona normal. Y le pregunté por la violencia contra los niños, porque me parece que son los seres más vulnerables, ya que no pueden ni saben cómo cortar los malos tratos que se les inflige. Los ancianos e inválidos vendrían después y tras ellos las mujeres, que tendrían más posibilidades reales de zanjar el camino de violencia que otros trazan sobre ellas. 
Ese sería el orden de prelación en la directriz muy esquemática de la vulnerabilidad humana. Respuesta inmediata, me envió otro vídeo condenando la violencia sobre los menores para que viera que también la izquierda lo trata. Nada que objetar.
A los veinte días, me remite el escrito que tomo al pie de la letra del periódico El País para mejor comprensión: «Los bebés fallecidos antes de nacer con más de seis meses, deberán ser inscritos en el Registro Civil y podrán tener un nombre». Me parece bien, ya que he compartido ese enorme dolor en carne propia, pero la pregunta se dispara. 
Si deben ser inscritos e incluso tener un nombre, es que los abortos son seres humanos. No hay duda, o lo son o no lo son. Pero otorgar legalmente derechos humanos sólo se puede hacer a quien es humano. Luego los concebidos son niños desde la concepción, o al menos desde el plazo administrativo, que creo dispuesto por azar.
Nunca había entrado en este tema por respetar el derecho de la persona y para no herir a la madre que aborta por necesidad, sin conseguir que la sociedad la apoye. La negación del niño que se ha estado planteando hoy se resuelve. La existencia del chavalín aún sin formar es cosa de todas las personas y no exige respuesta ideológica. Y menos para negar la vida humana que espera bajo el feto.
A partir de ahí el que nos den una caja para guardar recuerdos del nonato, me es innecesario, pero puede que alguien lo necesite.
Solo Dios sabe lo que este texto me duele.