Las nuevas instalaciones de Cascajares van tomando forma en el polígono industrial de Dueñas a escasos metros de donde hace ahora seis meses (26 de enero de 2023) un voraz incendió arrasó con la anterior planta y obligó a sus propietarios, Alfonso Jiménez y Francisco Iglesias, a empezar de cero.
La actividad es frenética en este complejo industrial que se convertirá en la factoría de productos precocinados «más moderna de Europa» gracias a las diez empresas que la industria agroalimentaria ha contratado para llevar a cabo unas obras que implican a diario a unos 60 operarios. Con ello, se ha conseguido que a finales de septiembre o principios de octubre regresen a las flamantes instalaciones los primeros trabajadores de la casa de cara a la campaña de Navidad, en la que se prevé suministrar producto a 600.000 españoles.
Así, han logrado que la fábrica se haya levantado «en un tiempo récord», se está trabajando en la instalación del frío y que ya se haya comenzado a dotar al complejo fabril de toda la maquinaria interna necesaria para producir sus platos precocinados gourmet, entre los que destacan el capón -el plato estrella, aunque el mercado ha evolucionado-, la pularda, el pavo, el cochinillo, el lechazo, las carrilleras o el jarretón de ternera.
Los primeros empleados, en septiembre a la nueva Cascajares - Foto: Sara Muniosguren«No podemos fallar. Tenemos que servir las cenas de Navidad a todos los españoles que confían año tras año en nosotros. Para entonces, estaremos listos para volver a producir», declara Jiménez, quien se muestra ahora mucho más calmado tras meses de verdadera incertidumbre.
LA NUEVA FÁBRICA
La fábrica calcinada era el fruto de cinco ampliaciones a lo largo de la historia desde que se construyó en 2005, 18 años atrás. En cambio, la actual será «mucho más moderna, tremendamente más segura para los trabajadores y mucho más productiva», pues el proceso será ahora más lineal y adaptada a las necesidades de Cascajares.
En ella se han empleado los más modernos materiales del mercado y con una alta resistencia al fuego, a lo que se añade un sistema antiincendios de última generación para evitar que se repitan episodios como el acontecido en enero de este año.
Así, todos los obradores dispondrán ahora de unos aspersores que se activarán automáticamente si hay un exceso de calor, apagando el conato y evitando que este se propague a otras zonas de la fábrica en caso de producirse otro.
Según explicó el director general de la compañía agroalimentaria, Rodrigo Ruiz, las nuevas instalaciones ocuparán una superficie útil de 6.000 metros cuadrados en el polígono industrial de la localidad eldanense.
«La parte de oficina como la zona productiva serán las más amplias, luminosas y espaciosas que podemos tener porque queremos que nuestra gente esté a gusto», apuntó Ruiz, que acompañó ayer a un equipo de Diario Palentino en un recorrido por la nueva factoría. Una industria «referente» en su sector, con los «máximos niveles de seguridad alimentaria» que se producirán en unas instalaciones «a la altura de Cascajares». Empresa que, por cierto, decidió en su día desmontar el logotipo de la marca, lo único que no se quemó, y ponerlo en la nueva como recuerdo de las antiguas instalaciones.
La construcción se está realizando mediante la metodología BIM (Building Information Modeling), esta metodología nos lleva a una virtualizar del proceso de construcción mediante modelos digitales 3D de información de Teicon Ingeniería.
Esto implica la colaboración y coordinación de todos los agentes intervinientes en el proyecto, donde la información del edificio es gestionada digitalmente en un entorno común de datos. El objetivo principal de esta forma de construcción avanzada es la mejora de la eficiencia, calidad y sostenibilidad de la construcción lo que permite cumplir el objetivo de plazos tan ajustados.
Con estos mimbres, va camino de cumplirse la aspiración de Jiménez a los pocos días de producirse el incendio que redujo a cenizas la línea productiva. «Quiero que la factoría sea la más productiva de España», señaló a este periódico en una entrevista el presidente de la compañía un mes después del suceso y, ahora que han pasado cinco más, está cada vez más cerca de lograr su objetivo.
SEIS MESES «AGOTADORES»
Para Jiménez, estos seis meses de trabajo desde el incendio han sido «agotadores», pero los ánimos no cesan en esta empresa familiar tan palentina y eldanense que sus propietarios no se lo pensaron dos veces cuando se vieron en la obligación de construir de nuevo la factoría pese a que no faltaron las ofertas de otros territorios. «Somos de Palencia y de Dueñas, y lo llevamos con mucho orgullo», reitera su presidente.
En este tiempo se han trasladado de manera temporal a la localidad vallisoletana de La Cistérniga, «en la que todos nos hemos esforzado muchísimo para no fallar a nuestros clientes», subraya Jiménez, quien recuerda que a los diez días del incendio ya había gente trabajando.
Una forma también de mantener la actividad y la plantilla, de la que forman parte 75 personas, de tal modo que se evitó un Erte de mayores consecuencias. «Hemos apostado por salir de la crisis trabajando en unas instalaciones muy humildes, donde nos ha ido bien», concluye.