Amor: «Hay que bajar la presión fiscal a los autónomos»

Carlos H. Sanz
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El máximo responsable de la Asociación de Trabajadores Autónomos asegura que «la situación de los trabajadores por cuenta propia nada tiene que ver con esa economía «que va con una moto», según el Gobierno

Amor: «Hay que bajar la presión fiscal a los autónomos»

Lorenzo Amor participó ayer en un acto del Partido Popular de Palencia con autónomos y empresarios palentinos. Su diagnóstico es que, a pesar de haber aumentado la producción, los costes de los autónomos han subido el doble de lo que ha subido la actividad de media. Una situación que exige medidas urgentes al próximo Gobierno que salga de las urnas el 23-J.

 

¿Qué balance hace ATA de la legislatura ya finalizada?

Nos hemos sentido muy olvidados por este Gobierno. Acabamos de publicar un barómetro trimestral en el que los autónomos ponen una nota muy deficiente a las políticas del Gobierno, un 1,7 sobre 5 puntos. Durante la pandemia se pusieron en marcha medidas importantes pero no hay que olvidar que fue el Gobierno el que cerró a cal y canto nuestros negocios. Sí, se aprobaron las líneas ICO, los Ertes, las ayudas por cese de actividad... pero en cuanto pasó la pandemia no supimos nada más. Hoy, un autónomo está pagando unos impuestos elevadísimos, de forma que estamos actuando como la financiera del Estado. De cualquier factura que remite hoy un trabajador por cuenta propia se retiene un 15% sobre los ingresos brutos, sin tener en cuenta unos gastos que han aumentado un 32%.

 

¿Cuál es la situación ahora mismo de los autónomos en España?

Es complicada. Hemos pasado por una pandemia, por un incremento importante de la inflación, por los costes de producción derivados de la guerra de Ucrania..., pero es que estamos también en una situación compleja. El Gobierno habla de que la economía va como una moto pero eso es solo el turismo o las exportaciones porque, indudablemente, el consumo no tira como refleja el propio Instituto Nacional de Estadística. Un autónomo vive del consumo diario y si este no tira y, además, tiene el problema de que los gastos se han incrementado es obvio que para muchos autónomos se hace muy complicado mantenerse en la actividad.

 

Castilla y León fue la tercera comunidad con un mayor descenso del colectivo de trabajadores autónomos en junio. Y de entre sus provincia, Palencia sufrió la contracción más fuerte, un 2,1% ¿Existe una variable que esté acentuando esa caída? 

Hay 11 comunidades que pierden autónomos pero donde la caída es más acusada es en aquellas en las que el efecto de la despoblación más las está castigando. Es muy llamativo que las seis que crecen en autónomos son las turísticas: Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, las Islas Baleares y Canarias. Sin embargo, vemos que en Castilla y León, La Rioja, Galicia, País Vasco, Aragón... ocurre lo contrario, es decir, aquellos territorios en los que la despoblación está afectando la mundo rural. 

 

¿Cómo se conjuga la situación de los autónomos que describe con el reciente informe del Observatorio de Márgenes Empresariales del Gobierno que refleja que la mayoría de sectores ha alcanzado niveles precovid?

Ese Observatorio no refleja la realidad del tejido empresarial desde el momento en el que obvia a los autónomos, más de 2 millones. Es decir, que de un colectivo de 3,3 empresas, el Gobierno olvida a 2,1 millones, por lo que solo va a contar las bondades de lo que está creciendo. Los autónomos y las pequeñas empresas no pueden contar eso porque el 70% de los trabajadores por cuenta propia o está igual o peor en lo que llevamos de año. No voy a negar que los autónomos estén vendiendo más que el año pasado e, incluso, que los dos últimos años la actividad haya crecido un 13 por ciento. El problema es que los gastos se han disparado un 32%. Un alquiler de un local es este año un 8,7% más caro de media que el año pasado; ya hemos visto lo que está ocurriendo con los tipos de interés de los créditos, algo que no solo notan las familias sino también muchos autónomos que compraron un local con una hipoteca a 10 o 12 años. También se incrementan los costes laborales, las cotizaciones, los impuestos... 

 

¿Cuál cree que debe ser la hoja de ruta del próximo Gobierno?

La experiencia que hemos tenido de un Gobierno con muchos partidos e, incluso, varios gobiernos dentro del propio Gobierno, no es buena. Por lo tanto, creo que lo importante es que los españoles tengamos estabilidad y un Gobierno fuerte. Lo necesitamos porque hay que afrontar unos retos de futuro importantes para el país y, también, para el tejido empresarial. Por eso, el próximo Gobierno debe poner a los autónomos y a las empresas en el primer plano de su agenda.

 

¿Qué medidas urgentes, a tomar en los primeros 100 días, debe impulsar el nuevo Gobierno?

Lo primero que tiene que afrontar es bajar la presión fiscal a los autónomos. Fíjese en los gobiernos allí donde está creciendo el empleo y las empresas, como Andalucía o la Comunidad de Madrid. Todo lo que sea bajar impuestos, simplificar trámites y ofrecer estabilidad es la mejor receta para que este país coja una senda de crecimiento, generación de empleo y también de valor institucional. 

 

¿Está funcionando bien el nuevo sistema de cotización a la Seguridad Social?

Nosotros pactamos el año pasado con el Gobierno un sistema que a los pocos meses se saltó. Acordamos una base mínima y en los Presupuestos Generales del Estado subió un 8,7% dicha base; porque pactamos un mecanismo de equidad intergeneracional del 0,6% y el Gobierno lo derogó y lo pasó al 1,2%. Con esto quiero decir que, con este Gobierno, una cosa es lo que se pacta y otra lo que cumple, porque se salta los pactos del Diálogo Social a la torera. No es de fiar. 

Tengo claro que el nuevo sistema ha venido para quedarse y que serán más los autónomos que coticen menos que los que coticen más; lo que habrá que ver es si es suficiente para cubrir los problemas que tenemos con la Seguridad Social, porque, lo que es seguro es que la forma de solucionar este problema no es con una reforma del sistema de pensiones que castiga al empleo y a los cotizantes. 

 

Usted ha sido muy crítico con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, por esa reforma. 

Porque el ministro y el Gobierno van diciendo por ahí que es fruto del acuerdo del Diálogo Social, cuando los empresarios le hemos dicho no a esta reforma.