Verán. Del recién celebrado congreso del PSOE con lo único que me quedo es con el debate que se llevó a cabo sobre el feminismo y su futuro. Todo lo demás no pasó de ser fuegos de artificio, incluida la puesta en escena de la "pax sanchista", es decir conseguir hacerse una foto con Felipe González.
En realidad el congreso del PSOE es similar a la Convención que los populares realizaron unos días antes, en ambos casos actos de propaganda a mayor gloria de los líderes.
Pero vuelvo al debate sobre feminismo que en mi opinión ha vuelto a poner de manifiesto la brecha profunda que se ha producido entre las mujeres socialistas respecto a las nuevas leyes aprobadas por el Gobierno, como la autodeterminación de género o la Ley Trans.
Cuando Carmen Calvo se subió a la tribuna para defender los principios feministas por los que han luchado tantas y tantas mujeres, los delegados del congreso se pusieron en pie y la envolvieron con aplausos entusiastas. Desde luego las muestras de cariño que recibió Carmen Calvo fueron una manifestación rotunda de cuál es el verdadero latido del corazón socialista, ahora constreñido por el sanchismo. Y es que a continuación, en los debates que se sucedieron, un buen número de delegadas al igual que Carmen Calvo, defendieron contra viento y marea las posiciones que siempre han sido propias del feminismo, pero, sin embargo, sus posiciones y críticas fueron acalladas. La respuesta es evidente: Pedro Sánchez ha tenido y tiene que pagar la hipoteca de su nueva casa, llamese Palacio de la Moncloa, dejando en manos de Podemos la agenda feminista.
Y siento expresar una opinión tan contundente, pero un Gobierno que ha aprobado leyes encaminadas a borrar a las mujeres no es un gobierno feminista.
Vaya por delante que soy una firme partidaria de que el Gobierno, cualquier gobierno, de respuesta a los problemas e injusticias que han sufrido colectivos como el de los transexuales, pero sin que para ello se nos borre a las mujeres nuestra condición biológica.
No sé si lo de confundir sexo y género y libertad sexual es fruto de la ignorancia o simplemente ingeniería social, esa ingeniería social que con tanto desparpajo llevan a cabo las ministras podemitas, evidentemente con el consentimiento y apoyo del Presidente del Gobierno.
Así que por más que los titulares de la mayoría de los medios de comunicación jaleen el congreso del PSOE lo cierto es que muchas mujeres socialistas han salido de allí defraudadas. Y ya puesta, diré que ese llamamiento de Felipe González a Pedro Sánchez para que permita que en el PSOE haya debates "críticos" me temo que va a quedar en nada.
La prueba es que en el debate sobre feminismo fueron acalladas las voces críticas. El congreso estaba organizado a mayor gloria de Pedro Sánchez, que no del PSOE, y por tanto no cabía nada que no fuera lo que previamente ya estaba decidido esto es, todo lo que concuerda con lo que viene haciendo el Gobierno.
Puede que algún día el PSOE logre soltarse el corsé sanchista y por tanto las feministas del PSOE vuelvan a poder defender los derechos de las mujeres. Es cuestión de tiempo porque también esto, todo esto, pasará.