La nueva imagen del botijo

Jaime Montes
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Dueñas estrenó hace unos días la restauración del popular objeto que da nombre a sus habitantes. Chisco y Nadia han sido los encargados de renovar el escudo y cambiar la tipografía para dar a la escultura un toque más moderno

La nueva imagen del botijo de Dueñas después de su restauración - Foto: Óscar Navarro

Una antigua leyenda da nombre a todos los habitantes de Dueñas: botijeros. Así es como se denomina popularmente a los vecinos de este pueblo. Hace unos días se llevó a cabo la restauración del gran botijo que hay en una de las entradas a esta localidad. «La gente se piensa que había una fábrica de alfarería», comenta Miguel Ángel Blanco, alcalde de Dueñas. 

Sin embargo, la realidad es otra. «Durante la invasión islámica, un grupo de mujeres subieron a la antigua torre de vigilancia, de la que a día de hoy no quedan restos, y comenzaron a lanzar botijos a los invasores», narra Blanco. Esta historia se ha ido asentando generación tras generación hasta que a los habitantes se les conoce comunmente como botijeros. «No hay ningún otro tipo de vínculo salvo esa leyenda que es una epopeya en el sentido de poner en valor a las mujeres en ese acontecimiento histórico», asegura el regidor. 

«A pesar de que no lo consideramos plenamente como un atractivo turístico, todo el mundo que pasa al lado del Canal se para a hacerse una foto con el botijo», afirma Blanco. Y es que las grandes dimensiones de esta escultura no dejan indiferente a nadie, tanto de Dueñas como de fuera. «Para nosotros es un símbolo. Todos los años hacemos el Canal de Castilla en bicicleta desde Valladolid y esta es nuestra primera parada. Incluso a veces cuando veníamos por la autovía le enseñaba el botijo a mis hijos cuando eran pequeños. Es un hito en el camino y nos parece precioso», manifiesta Juan Zapatero, ciclista que se detiene todos los años en este punto.

La nueva imagen del botijo de Dueñas después de su restauraciónLa nueva imagen del botijo de Dueñas después de su restauración - Foto: Óscar Navarro

La restauración llevada a cabo los pasados días consistió en consolidar las grietas que tenía porque estaba muy deteriorado, además de pintarlo de nuevo. «Ha sido un pintor de Dueñas quien contactó con los artistas Chisco y Nadia», explica Blanco. 

«Se ha cambiado el escudo y el nombre de Dueñas, además de ponerlo de una manera más moderna y original. También se ha pintado por la parte de atrás que da a la autovía. Hemos conseguido hacerlo un poco más atractivo», añade el alcalde. 
Blanco comenta que el precio de la restauración asciende a  700 euros más IVA y comenta que «nos empeñamos en hacer grandes cosas y al final las pequeñas son las que quedan mucho mejor». 

HISTORIA.

El botijo fue instalado en 1990 por la peña Bullicio y formó parte de una de las carrozas de la romería de San Isidro. El interior del botijo está hueco por tanto se utilizó para llevar algún tipo de bebida. «En su día hubo un botijero mayor, Andrés Quintanilla, pero fue vinculado por las justas poéticas», afirma el edil de Dueñas. 

«Queríamos que fuera una mejora, no simplemente pintarlo y de ahí el resultado. Creo que ha sido muy bien valorado por los vecinos», concluye Blanco.