El humor y la ironía de Tiburcio en las librerías

Jaime Montes
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Esta serie de historias hilvanadas tienen cómo protagonista a un señor, el cual ha sido un referente para los textos de Julio César Izquierdo y conocido por los lectores de este diario

El autor del libro ‘Tiburcio, un señor de pueblo’ y palentino Julio César Izquierdo - Foto: DP

Julio César Izquierdo publicó el pasado 3 de julio la «no novela» titulada es Tiburcio, un señor de pueblo. En este libro se aborda la realidad del campo a través de la ironía y de forma agridulce, repasando cientos de situaciones que tienen como epicentro la Castilla de interior, pero que sirven para cualquier municipio pequeño o mediano. La venta los primeros días fue bien, «se agotaron los libros. Al parecer hubo muchos lectores que apostaron por la compra a través de Internet. Ahora, por fin, el libro ya ha llegado físicamente a las librerías de Palencia», asegura Izquierdo. «Nada mejor que acercarse a las librerías de nuestra tierra, tanto en la capital como en la provincia», recomienda el autor. 

Escritor, comunicador y locutor de radio. Trabaja en Onda Cero Palencia, emisora de radio en la que dirige y presenta el programa Más de Uno Palencia, así como el programa regional La Legua de Castilla y León, La Alacena y La Brújula del Verano. También ha participado en programas de ámbito nacional como Todo por delante y La mirilla. Además se puede disfrutar de sus comentarios de opinión en Diario Palentino, periódico en el que tiene una sección denominada Tierra de Campos. Ha sido tertuliano en varios programas de televisión, tanto a nivel provincial como regional. 

Izquierdo explica que no es una novela al uso, sino una serie de historias hilvanadas que tienen como protagonista a un señor de pueblo llamado Tiburcio. «Es un personaje que ha sido todo un referente en algunos escritos míos y que es muy conocido por los lectores de Diario Palentino, pues cada quince días es fiel a su cita en la sección Campos de Tierra». 

«Es un libro que cuenta cómo se vivió la pandemia, el antes y el después, con la ironía de un hombre culto, mayor, que está de vuelta de todo y que analiza el presente y el futuro de nuestro medio rural. Desde luego, el confinamiento fue una mina para Tiburcio, le hizo ver las cosas de otra manera», señala Izquierdo. «En cada capítulo se reflexiona sobre cuestiones que hablan de servicios, de infraestructuras, de veranos repletos de vida, de inviernos que se hacen largos, de mayores que sufren la soledad y de pueblos que piden más razón y menos corazón. También de hombres y mujeres que aparecen en las páginas por deseo expreso de Tiburcio y que dejan caer verdades como puños. Pero también quiero recalcar que no es un libro de críticas hacia nadie ni nada, yo diría que es un libro que cuenta la verdad de lo rural, que según Tiburcio es su verdad», añade el escritor. 

Se trata de una historia calificada como algo picaresca, con humor, aunque puede que «caiga» en la tentación de ser un ensayo de a pie de calle. «Es un libro para leer despacio, lo digo porque Tiburcio deja siempre recados muy sutiles, pero con mucho amor y gran corazón. El busca el encuentro y la reconciliación. Como dice en sus páginas, los pueblos van más allá de fiestas del verano», concluye.

ESPAÑA VACIADA.

En este libro se trata de forma humorística el gran problema de la España Vaciada. Izquierdo comenta que para él, este concepto es un «tremendo error». «Damos por sentado que en la Castilla interior no vive nadie. Y si se parte del no vive nadie entonces no existe necesidad alguna de invertir en nada».

Por ello cree que «hay que atender muy bien al morador de todo año, que estén atendidos, contando con servicios e infraestructuras. Ellos, son vitales. Eso sí, hay que trabajar para que el personal pueda volver a su pueblo y, por supuesto, llevar a cabo campañas para que sumemos nuevos vecinos. Que no falten inversores ni emprendedores. Tenemos muy buenos ejemplos, pero también hay que reconocer que queda mucho por hacer. Se promete mucho y se hace poco», afirma Izquierdo. 

«Hablar de lo rural esta de moda, aunque se olvidan que los pueblos están y quieren estar ahí todos los días del año. Un servidor sigue abogando por un lema que ya tiene un tiempo que es Sin pueblos no hay futuro», coinciden Izquierdo y Tiburcio.