Jugar bien es ganar. Jugar bonito es otra cosa. Por eso, el Palencia Cristo Atlético se lelvó los tres puntos, se pone en órbita al volver al play-off y el Júpiter Leonés sigue con sus satélites. El filial culturalista dio un recital del llamado tikitaka, pero mal interpretado. Un juego combinativo precioso, una posesión abrumadora, una intensidad que anuló a los morados, pero su balance ofensivo fue un disparo desde fuera del área que salvó Adrià. Eso sí, el cuadro local persiguiendo sombras y sin lanzar.
En la segunda, los palentinos le discutieron la posesión a su rival y este se vio incomodado y más cuando en la primera y única llegada local subía al marcador el 1-0 final.