Los pronósticos se cumplieron y el Partido Popular de Roberto Martín repetía ayer mayoría absoluta en Villamuriel de Cerrato, un  resultado más que satisfactorio. Y es que no solo venció, sino que arrasó en las urnas con 2.319 papeletas en las que figuraba su candidatura.

Visto de forma independiente, pueden parecer pocos o muchos, pero si se compara con el resto de partidos en liza, la victoria de los populares es indiscutible. Y es que cuadruplica en número al de su rival más cercano (2.319 frente a 506), el PSOE. La sonrisa con la que Martín depositó su voto en el colegio parecía augurar los resultados, que se materializaron en nueve concejales de los trece totales que conforman la corporación municipal.

Si en el Partido Popular ayer pudieron irse a la cama con la satisfacción del trabajo bien hecho, en el Partido Socialista a buen seguro que más de uno consultó y analizó los resultados con la almohada. Y es que a los socialistas de Amador Aparicio les ocurrió todo lo contrario que a los populares. Como dato a tener en cuenta, no solo pierden tres concejales en un breve período de cuatro años y se quedan con dos, sino que suman la mitad de los votos que hace cuatro años: 506 ahora frente a 1.091 de 2019.

Vox no consiguió convencer y se mantiene fuera de la corporación municipal, como tampoco lo hizo Ciudadanos, en las mismas circunstancias. La formación liberal contabilizó tan solo 9 votos, lo que supone un exiguo 0,25 por ciento de las papeletas totales.

Algo mejor le fueron las cosas a Izquierda Unida-Podemos, con Pablo Vázquez al frente, que se estrenaba en estas lides. Pasa de uno a dos, gracias al apoyo de 499 electores villamurielenses.