A la reserva tras una larga carrera militar. El teniente coronel del Ejército del Aire Fernando Robledano, que trabajó en los últimos diez años en la subdelegación de Defensa de Palencia, recibió el pasado 29 de mayo la habitual felicitación por su cumpleaños y una más singular por llegar al final de su etapa laboral. «Echaré de menos el ejército», admite. Aficionado al deporte (concretamente al fútbol y al pádel) dedicará más tiempo a estos pasatiempos y buscará otros nuevos.
Nacido en Sevilla porque su padre, también militar de la rama aérea de lasFuerzas Armadas, se encontraba destinado en la capital andaluza cuando vino al mundo, admite que se considera zaragozano porque fue el lugar donde creció, aunque sus intereses lo llevaron pronto a la Academia General del Aire de SanJavier (Murcia), donde ingresó en 1983 tras aprobar y conseguir plaza en una oposición. Después tuvo que enfrentarse a una prueba eliminatoria que también pasó satisfactoriamente. «Yo ya había aprobado COU antes, pero tuve que hacer un curso selectivo especial en el que también se incluían asignaturas militares. De unos 85 que éramos se quedaron fuera unos quince», recuerda Robledano antes de explicar que lo proceso de selección era diferente al actual, donde se tiene en cuenta la nota de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Ebau) pero que también «era dura y había que esforzarse».
Con los méritos adquiridos en la academia a lo largo de cuatro años más, sus devenires laborales le llevaron a diversos puntos de la geografía nacional, como Los Alcázares (Murcia), Salamanca,Valladolid, Madrid y Burgos, e internacional, como Etiopía y Mozambique. En la antigua colonia portuguesa participó, durante un año, en una misión de paz de Naciones Unidas de la que guarda muy gratos recuerdos, entre ellos, el ambiente multicultural con compañeros de otros ejércitos y el aprendizaje adquirido en la experiencia. «Realmente fue la primera misión exitosa de la ONU. En muy poco tiempo se logró el objetivo», declara el teniente coronel, que se vinculó con la provincia al casarse con una palentina que conoció en tierras charras.
Finalmente, en 2013 logró la plaza en Palencia. Junto al resto de personal de la Subdelegación (la única institución de caracter militar de la provincia), ha tenido, entre otros objetivos, acercar la actividad del ejército a los palentinos de todas las edades con eventos como las juras civiles de bandera, las exposiciones o los concursos escolares.De hecho, fue jurado en varias ediciones del certamenCarta a un militar español, por lo que pudo comprobar, en primera persona, el sentir de los más jóvenes.
Su relevo será el comandante Julián Alcala.