Identifican los 27 cuerpos llevados de Palencia a Cuelgamuros

Alberto Abascal
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El miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Juan Manuel Monge, especifica en un informe elaborado para 'Diario Palentino' la filiación y la naturaleza de cada víctima

Identifican los 27 cuerpos llevados de Palencia a Cuelgamuros

Las labores forenses de exhumación de 128 víctimas del Valle de Cuelgamuros (antiguo Valle de los Caídos) se iniciaron a mediados de junio en la Comunidad de Madrid. Los restos de los primeros 18 cuerpos reclamados por  familiares de las víctimas estaban ubicados en la cripta de la capilla del Santo Sepulcro, en el nivel 0.

Está considerada la mayor fosa común de España, donde hay enterrados 33.833 despojos de víctimas de ambos bandos de la guerra (defensores de la república y sublevados), de los que casi 15.000 están sin identificar, muchos del bando republicano, cuyas familias todavía reclaman sus restos.

El pasado 12 de junio comenzó la exhumación de los primeros 18, ubicados en la cripta de la capilla del Santo Sepulcro y, posteriormente, han continuado los trabajos en otros niveles de la misma capilla, con la búsqueda de 59 cuerpos más. Las demás exhumaciones, hasta completar la búsqueda de los 128 cuerpos reclamados hasta ahora por sus familias, se abordarán en una segunda fase en otras capillas de la basílica, según informaron fuentes del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

Tal y como publicó Diario Palentino, desde el punto de vista provincial, lo que sí está constatado es que, al menos 27 cuerpos recuperados de fosas palentinas descansan en este histórico recinto junto a osamentas de otros muchos que como ellos murieron en el frente o fueron paseados y abandonados en una cuneta o en un hoyo a compartir con otros (hay algún caso que también es víctima de la revolución de 1934). Al menos  27 (a fecha de finales de 2021) son los cuerpos identificados, por el momento, por el Gobierno y por la web memoriahistorica.gob.es en virtud de los documentos de exhumación y traslado al Valle de los Caídos, aunque a los pies de la cruz de Cuelgamuros hay aún unos 12.500 cuerpos sin identificar. 

Una tarea que los expertos consideran harto difícil a estas alturas dado que muchos de los cuerpos se han fusionado entre ellos. En total, en el gran monumento franquista reposan casi 34.000 cadáveres, en su mayoría del bando sublevado, llegados de todas las provincias excepto de Orense, Las Palmas, Tenerife y La Coruña.

Además, hay que tener en cuenta que para la exhumación y traslado de enterramientos individuales de restos identificados en cementerios había de mediar el consentimiento expreso de los familiares y en el de los enterramientos colectivos con restos total o parcialmente identificados era necesaria la conformidad familiar respecto de todos cuantos estuvieran identificados, pero para los recuperados de lugares individuales o colectivos con restos no identificados, fuesen en cementerios o en otros lugares, se ordenó proceder a la exhumación y traslado sin otras diligencias ni de identificación ni de autorización. 

Los traslados fueron dirigidos por el Ministerio de la Gobernación y por los gobernadores civiles. Varias circulares de 1958 y 1959 concretaron el modo de proceder.

Desde Palencia se enviaron 27 cuerpos, recuperados de tumbas individuales o fosas múltiples abiertas en nueve localidades: Dueñas, Palencia, Saldaña, San Mamés de Campos, Espinosa de Villagonzalo, Vallejo de Orbó, Barruelo de Santullán, Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga. 

El expresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Palencia, Juan Manuel Monge, asegura en un informe elaborado para Diario Palentino que de los 27 identificados procedentes de Palencia y que se encuentran en Cuelgamuros, «solo son de la provincia diez. De fuera de la capital y provincia son otros 15. Los dos últimos, Rufino Martínez, que aunque dice ser de Cisneros en el Registro Civil no aparece, y Carmelo Ruiz en cuya partida de defunción no se ve clara su procedencia, ya que en el Registro Civil de Palencia no está».

«Hemos encontrado muchos problemas, porque los registros civiles no contestan o no levantan el teléfono, excepto el Registro Civil de Palencia que siempre nos ha atendido. En otros casos no localizamos las partidas de defunción porque se emitían en los frentes por los tenientes o capitanes de la unidad y, por lo tanto, desconocemos dónde se archivaron estos informes», añade Juan Manuel Monge.

distintas clases sociales. Monge pormenoriza que «a la falta del certificado de defunción, se suma que en los libros de los cementerios no aparecen registradas las inhumaciones, como es el caso de Dueñas con Ángel Carbajo y Cervera de Pisuerga con Cleofé Garduño, Pedro Hernández y Domingo García».

Estos  27 cadáveres trasladados desde Palencia «fueron enterrados -explica Juan Manuel Monge-  de uno en uno para que fueran identificados más fácilmente. Ninguno fue sacado de fosas clandestinas o cunetas; es curioso cómo los individuos de sacas o de juicios sumarísimos eran enterrados de tres en tres o de cuatro en cuatro, incluso hoy en día hay fosas en La Carcavilla con ocho, nueve y hasta 11».

Según comenta el representante de la ARMH de Palencia a este periódico «hay una variedad de clases sociales y si el gobernador civil pidió, o no, el permiso a las familias, creo que pudo hacerse con la de los militares, falangistas y pocos más. Sus familias me creo que ni supieran qué fue de los restos de sus seres queridos».

Monge relata que entre los familiares que tuvieron cierta relevancia en aquella época se encuentra la familia del capitán de E.M. Luis López Muñiz (su padre fue ingeniero militar y su hermano Román fue teniente coronel) que falleció en accidente el 21-11-1938. También destaca Gregorio López Muñiz, que fue capitán general de la 8ª Región Militar en Galicia. «Luis López Muñiz junto con el capitán Talavera y los tenientes Vallejo y Calleja el 18 de julio del 36, proclamaron el estado de Guerra en Palencia», explica Juan Manuel Monge. Además, está Román Villar Villación cuyo padre fue el teniente coronel de Infantería, Luis Villar Olleta, jefe de instrucción de la Academia de Toledo.

«Desde la ARMH. de Palencia solo podemos dar la información que aportamos. Sus familias, si así lo desean, deben ponerse en contacto con la Dirección General de Memoria Democrática y solicitar los restos de sus familiares, pues están catalogados con números de registro, de columbario y situados en la cripta derecha piso 1º, excepto los de Eleuterio Rico que se encuentran en la cripta izda. Piso 5º», concreta Juan Manuel Monge.

Las condiciones necesarias para permitir el acceso 

El Gobierno de la nación aprobó a mediados de 2021 una subvención de 665.000 euros para la financiación de trabajos de exhumación e identificación de restos de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista que están enterrados en el Valle de los Caídos, ahora Cuelgamuros. 

La propuesta partió de la entonces vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, y pretendía dar respuesta a las reclamaciones particulares de los familiares que han solicitado la exhumación de los restos de sus allegados, así como dar cumplimiento a los pronunciamientos de diferentes organismos internacionales.

En la actualidad estas criptas no son accesibles, puesto que fueron tapiadas y permanecen cerradas desde el momento de las inhumaciones. Por ello, las labores de exhumación se basarán en las investigaciones realizadas entre los años 2017 y 2019, que identificaron los posibles puntos de apertura de las criptas y las condiciones necesarias para permitir el acceso.

Impulsada por el Gobierno para cumplir la Ley de Memoria Democrática, en la operación de exhumación participarán, además de seis forenses, un grupo de arqueólogos, odontólogos, genetistas y cuatro miembros de la policía científica, cuya misión específica consiste en ayudar a identificar las cajas en las que están enterradas las víctimas si los números de inscripción no se aprecian bien a simple vista.

La Ley de Memoria Democrática también prevé la «resignificación» de este enclave para dar a conocer las «circunstancias de su construcción» y «el período histórico en el que se inserta», todo ello con la finalidad de «fortalecer los valores constitucionales y democráticos».