El futuro de Vilda, en la cuerda floja

Jorge A. López (SPC)
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Los líderes de las federaciones territoriales estudian el cese del seleccionador femenino tras ver el apoyo explícito del técnico a Luis Rubiales en la Asamblea del pasado viernes

El presidente de la RFEF y el preparador nacional, eufóricos en Sídney tras la consecución del Mundial. - Foto: Pablo García (EFE)

A pesar de ser el seleccionador que llevó a España a ganar su primer Mundial femenino, Jorge Vilda podría ser una víctima paralela del 'caso Rubiales'. Y es que el técnico, muy próximo al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tendría las horas contadas en el cargo. Las polémicas internas en el equipo y, sobre todo, su apoyo a Rubiales en la Asamblea en la que anunció que no dimitía, han resultado decisivas para que el organismo estudie la forma de concluir su vínculo. 

El madrileño, que se puso al frente de la escuadra nacional en 2015, estaba en la cuerda floja desde que en septiembre de 2022 15 integrantes del equipo solicitaran de manera oficial «cambios». Las 'rebeldes' negaron en todo momento que la petición se refiriera a la destitución del seleccionador (al menos exclusivamente), pero el episodio generó una profunda brecha que el tiempo ha demostrado que no ha cicatrizado.

Pese a todo, Vilda había sabido manejar la tormenta y salido victorioso del entuerto, lo que hacía inimaginable que su continuidad se pusiera en tela de juicio. Tiene, además, contrato hasta junio de 2024. No así sus auxiliares, para los que expira hoy mismo, según diversos medios. 

El detonante de la decisión de prescindir del técnico fue su apoyo y cercanía a Rubiales, que no disimuló durante el Mundial ni la celebración posterior después de que el dirigente le apoyara sin fisuras ante la rebelión de las jugadoras. Y en la famosa Asamblea del viernes 25 de agosto en la que el de Motril sacó pecho de su gestión y atacó con dureza a Jennifer Hermoso por su versión del beso en la ceremonia de entrega de trofeos se puso en pie para aplaudirle.

Pronto, el entrenador se quedó solo. A la falta de complicidad con las jugadoras se sumó la dimisión de sus colabores: 11 de los 13 integrantes del cuerpo técnico pusieron sus cargos a disposición de la RFEF el sábado. Vilda criticó las palabras de Rubiales tras ser suspendido, pero el gesto fue entendido como una especie de reacción de supervivencia, lo cual le lastró de manera definitiva.

El lunes, de hecho, el futuro del preparador fue uno de los asuntos tratados por los presidentes de las territoriales, además del futuro de Rubiales y el modo de proceder. La renuncia en bloque de un total de 80 jugadoras ante la situación creada hizo que, pese a la división interna, los 'barones' consideraran necesario propiciar la salida de Vilda a pesar de que en dos semanas haya convocatoria para los partidos en los que España se jugará su clasificación para los Juegos Olímpicos de París. Habrá que ver, por cierto, cuál es la lista que se conforma para dicha cita sin la posibilidad de contar, en principio, con las 23 campeonas mundiales, las 12 rebeldes ni una treintena más de jugadoras que anunciaron que no acudirán a una convocatoria si Rubiales sigue en el cargo. 

Pese a ello, los mandatarios territoriales no tienen la potestad de tomar decisiones con respecto a los seleccionadores, algo que compete al director deportivo (que también es Vilda) o a la junta directiva de la Federación, descabezada en estos momentos y con Pedro Rocha como interino. Los presidentes se emplazaron a una nueva reunión la próxima semana de la que podría salir cómo acelerar el adiós del madrileño.

Luis de la Fuente

En cuanto al seleccionador masculino, Luis de la Fuente, sentado junto a Vilda y con idéntica actitud, se optó por esperar. El calendario inmediato (mañana mismo ofrecerá una lista para los encuentros ante Georgia y Chipre clasificatorios para el Europeo del próximo verano) apenas dejaba tiempo para reaccionar y la presencia en Alemania 2024 podría peligrar.