Tendrán que esperar hasta el 16 de junio para conocer su nota, pero qué es poco más o menos una semana después de un curso en la que la prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad, EBAU, les ha ocupado, incluso preocupado. Ayer, los 647 alumnos matriculados estaban llamados sentarse en la primera de tres jornadas y dar muestra de sus conocimientos en Lengua y Literatura (de 9 a 10,30 horas), Historia de España (de 11,30 a 13 horas) y Lengua Extranjera (de 16,30 a 18 horas).
Esos 647 estudiantes representa la tercera mayor cifra de los últimos cinco años, con el techo en 2019 cuando se matricularon 752. En 2019 fueron 582; en 2021, 655; y en 2022, 632. En este 2023, además, el Aulario del campus de La Yutera recuperó el espacio prepandemia como casa de las dos sedes de las pruebas, y es que en 2020 lo compartió con el IES Jorge Manrique y en 2021 y 2022 con la Escuela Oficial de Idiomas.
Lengua Castellana y Literatura abrió las pruebas. En el comentario de texto se pudo elegir entre los artículos de Najt El Hachmi o de Javier Cercas, publicados en El País. Se completó con un análisis sintáctico de dos fragmentos y un análisis morfológico. Mientras, en la parte teórica tuvieron que elegir uno de los siguientes temas: La poesía a principios de siglo. Modernismo y generación del 98. Rubén Darío y Antonio Machado; La poesía de 1939 a 1975. Claudio Rodríguez y El teatro de 1939 a 1975. Antonio Buero Vallejo. En esta primera jornada también fue el turno para la Historia de España y la Lengua Extranjera, materias obligatorias para todos los alumnos. El resto de los días se destinan a las pruebas de las específicas.
Marta del Páramo Fernández, del IES Victorio Macho, reconoció que «el de Lengua ha sido bastante fácil y en el de Literatura hemos tenido suerte porque eran los temas que más había estudiado la gente. Se han portado». «Es una experiencia que hay que vivir. Cuanto más tranquila y más preparada vayas mejor te va a salir el examen», comentó, para añadir que estaba tranquila, más que «los que necesiten mucha nota que estarán superestresado». «Si llevas bien el curso, esto es como un examen global», concluyó.
Sara Sánchez, del IES Victorio Macho, comentó que no suele presionarse mucho por los exámenes. «Estudio muy bien, vas a hacer lo mismo con nervios que sin ellos si vas bien preparada», explicó. Parece mucho, pero van pasando las semanas y el último día la gente piensa que es el peor, pero ya estaba queriendo salir de la bilioteca y pensando en el verano que me voy a pegar».
Jorge Fuente Hernández, del IES Alonso Berruguete, afirmó que en al primera prueba se había defendido bien. «El modernismo llevaba cayendo cuatro años y la verdad es que le hemos dado importancia», añadió. «Pretendo sacar un 12,1 para poder cursar Informática y ADE», manifestó. Aseguró haber estudiado bastante y la víspera estar en la cama a las 23 horas.
Ian Rodríguez Domínguez, del IES Alonso Berruguete, aseveró que había pasado estos meses tranquilo, pero las últimas semanas «han sido a tope, solo centradas en la EBAU. Quiere hacer un grado de Economía y está mirando las universidades de Valladolid y Salamanca, pero «depende de la nota». «Desde el viernes estoy un poco más nervioso, sobre todo porque se acaba una etapa y empieza una nueva», expuso.
David González, del IES Recesvinto de Venta de Baños, calificó los últimos meses como «intensos», de «mucho estudio y esfuerzo». «El resultado, por lo menos en este primer examen de Lengua y Literatura, es agradable», añadió. «Llegas con muchos nervios y cuando lo haces es otro examen más», comentó este estudiante.