Superando metas

FERNANDO IÑIGO
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Gonzalo Calderón, un médico burgalés de 30 años, es un hombre luchador que ha pasado su adolescencia de hospital en hospital. Despúes de una de sus intervenciones quirúrgicas ha decidido crear su propia religión, el 'Sencoísmo'

El médico Gonzalo Calderón muestra un libro con dedicatorias y firmas de sus familiares y amigos - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Gonzalo Calderón Martínez es un médico burgalés de 30 años que comenzó a ejercer como profesional en Palencia el 25 de septiembre del pasado año. Solo pudo trabajar durante tres meses, ya que desde enero se encuentra de baja. Tras la operación a la que se sometió hace dos meses declara que se encuentra «bien a nivel físico y mental».

La vida de este protagonista es un claro ejemplo de superación y lucha. Con apenas 10 años ya sufrió un linfoma de 16 centímetros con una pequeña metástasis en el cuello.  A partir de ese momento tan desagradable, su vida se truncó y tuvo que pasar su adolescencia en los hospitales sin la posibilidad de ser escolarizado.

Hace tres años tuvo la mala suerte de ser ingresado de nuevo porque le detectaron  un tumor maligno y poco frecuente que afecta a la célula peritoneal. Esto, lejos de suponerle más impedimentos, le animó para realizar el trabajo de fin de grado sobre su enfermedad.

El profesional de la medicina comenta a Diario Palentino que decidió cursar la carrera porque se ha pasado la vida entre hospitales y quería aportar a los pacientes lo mismo que los médicos le han aportado durante su dura estancia en los hospitales. 

Sobre Palencia, comenta que es la ciudad perfecta para vivir y trabajar. «Lo tengo todo a un paso, y si quiero ir a Burgos a ver a mi familia, no tardo nada». Decidió trabajar en la capital porque una amiga estaba estudiando y le comentó que se sentía «muy cómoda y a gusto». Él no quería trabajar ni en Burgos, ni en Valladolid y quería «cambiar de aires»,  porque la primera es el lugar donde ha nacido y, la segunda, donde había estudiado su carrera. Solo ha vivido en Palencia durante la época de Covid-19, pero cuando esté recuperado y vuelva a su trabajo quiere disfrutar plenamente de la ciudad.

Al hablar de su familia, Calderón se enorgullece, ya que su hermano mayor le donó una médula y asegura que no ha podido tener mejor familia que la que tiene, en referencia a sus padres, hermanos, tíos...

Uno de los acontecimientos que recordará toda su vida es el día que le operaron en Madrid. Recién levantado el estado de alarma, el 9 de mayo, toda su familia y amigos le hicieron una despedida «espectacular» a las puertas del hospital, lo que hizo que Calderón entrara feliz a la operación. «Me hicieron sentir algo que no pensé que ocurriría nunca, entré feliz a un hospital pese a la operación a la que me iba a someter».

SENCOÍSMO. Estando ingresado en el hospital, el protagonista se inventó una nueva religión, el Sencoísmo. con  la que trata de dar a la gente su filosofía de vida y aportar una causa a esta religión para que las personas puedan seguirla. Cogió la idea del libro Sapiens. De animales a Dioses, de Yuval Noah Harari, y luego la desarrolló a su manera. Calderón no cree en Dios y nunca ha encontrado una religión con la que se sienta identificado, por ello decidió crear esta nueva filosofía de vida.