Demasiadas expectativas

Diego Izco (SPC)
-

Arda Güler, bajo la lupa desde que ha llegado al Real Madrid, está en peligro de convertirse en otro 'niño roto' bajo una presión mediática asfixiante ] Los casos de Bojan, Pato, Drenthe, Anderson y muchos otros:grandes promesas que jamás explotaron

Demasiadas expectativas - Foto: ETIENNE LAURENT

En 2014, las páginas deportivas se deshacían en elogios hacia «el mayor talento en la historia reciente del fútbol africano». El muchacho, de apenas 16 años, se llamaba Hachim Mastour, un mediapunta marroquí cuya burbuja se infló tan pronto y a tal velocidad que llegó a rodar anuncios con Neymar, en apogeo en el Barça por entonces. El jugador, que hoy tiene 26 años, fracasó en el Milan, pasó sin pena ni gloria por las ligas neerlandesa (Zwolle) y griega (Lamia), se quedó sin equipo en 2021 y ahora, con un valor de 150.000 euros según Transfermarkt, juega en el Union Touarga de la primera división de Marruecos. 

Cada vez que un «nuevo genio» se asoma al histriónico mundo del fútbol, la crítica y el público quieren ver más allá de lo que en realidad hay. Resulta casi inevitable. Se generan demasiadas expectativas y el jugador, si no las cumple, habrá 'fracasado'. 

Desde que fichó por el Madrid, Arda Güler ha estado en el candelero casi a diario. «La última locura de Güler», «Alucinan con Güler» o «Una nueva genialidad de Güler» son titulares que han acompañado a vídeos de apenas unos segundos en los que ofrecía un detalle técnico en un entrenamiento. Millones de visualizaciones de pequeñas píldoras que no hacen a un futbolista… pero que generan 'hypes'. Los 20 millones que se han pagado por un niño con apenas año y medio en la élite necesitan justificación casi inmediata en la era de TikTok. 

Halilovic

Esta misma semana conocíamos el caso de Alen Halilovic, aquel croata que el Barça vendió como una de las mejores inversiones de futuro de su historia. Pagó 2,2 millones de euros al Dinamo de Zagreb pero jamás explotó. El pasado martes, tras fracasar su fichaje por el Eldense, fue presentado por el Fortuna Sittard, decimocuarto en la Liga neerlandesa. 

Fueron demasiadas las expectativas creadas con muchos otros futbolistas en este fugaz fútbol moderno. Muchos en el Camp Nou, por ejemplo, todavía no se explican en qué punto del camino Bojan Krkic no se convirtió en una estrella mundial. El máximo goleador en la historia de las categorías inferiores del club culé, un delantero descomunal que ya estaba asentado a los 18 en el primer equipo azulgrana,  pero que pasó sin éxito por Roma, Ajax, Stoke City, Mainz, Alavés… y terminó su carrera con 31 años y dos experiencias insulsas en Canadá y Japón. 

El de Bojan, por 'ruido', fue un caso similar al de Alexandre Pato, la gran estrella del Mundial sub'20 en 2006 por el que el Milan pagó 24 millones. Demasiadas prisas, mucha presión, lesiones… Seis años después, regresó a Brasil. Tuvo una segunda oportunidad (mediocre) con el Chelsea y el Villarreal, y ahora, a los 33 años, da sus últimos coletazos en el Sao Paulo. 

En unas ocasiones, la mala cabeza ha truncado prometedoras carreras. Balotelli sería el caso paradigmático, aunque hay muchos otros como el del central brasileño Breno, retirado el año pasado, por el que el Bayern pagó 12 millones: iba a ser uno de los defensores más dominantes de la pasada década… y fue condenado a cuatro años de prisión por quemar su casa en Múnich. La indisciplina fue el caballo de batalla de otros como Royston Drenthe, figura de la Eurocopa sub'21 que llegó al Real Madrid en 2007 y que terminó dedicándose a la música tras varios fracasos más en otros equipos. 

Y en otras, las lesiones prematuras (dos roturas de ligamento de Giuseppe Rossi, una de Ibrahim Afellay…) se interponen entre la promesa y la realidad. 

Pero, a veces, sencillamente, el futbolista no logra superar la barrera de la 'eterna promesa': Javier Saviola es el caso más conocido, pero hay otros llamativos como el del estadounidense Freddy Adu (disputó el Mundial sub'20 con  14 años y nunca 'explotó'), el brasileño Anderson (fue el Golden Boy en 2008 , llegó al United y se retiró en Turquía sin haber demostrado nada en el mundo del fútbol), o su compatriota Kleberson:campeón del mundo sin participación en 2002 y también jugador del United… que jamás se convirtió en «el mejor centrocampista del planeta» como prometieron.