«Deficiencias» en la recogida de cartón desatan las protestas

Carlos H. Sanz
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«Hemos solicitado a Urbaser -la empresa adjudicataria del contrato- que refuerce el servicio. Estamos viendo qué ha ocurrido y cómo solucionarlo para restablecerlo lo antes posible», asevera el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas.

«Deficiencias» en la recogida de cartón desatan las protestas

Contenedores abarrotados, cartones en la vía pública, papeles por doquier... El servicio de recogida de papel y cartón vuelve a ser noticia. ElAyuntamiento reconoce una «deficiencia» en la prestación del servicio que está llenando de suciedad distintas zonas de la ciudad y que ha generado una oleada de críticas vecinales.  

En varias calles de barrios como Pan y Guindas, San Juanillo, Santiago, Ave María o El Cristo, por citar algunos desde los que han llegado quejas a esta redacción, se pueden observar contenedores abarrotados y mucho papel y cartón que espera en la vía pública a ser recogido. 

El fuerte viento de estas jornadas ha hecho el resto esparciendo por la vía pública, tanto aceras como carreteras, cajas, papeles y envases de cartón. Ayer, en la Junta de Gobierno Local, el grupo municipal de ¡Vamos Palencia! preguntó al equipo de Gobierno qué está ocurriendo «puesto que hay contenedores de cartones repletos generando suciedad agravada por estos días de fuerte viento». 

«Hemos solicitado a Urbaser -la empresa adjudicataria del contrato- que refuerce el servicio. Estamos viendo qué ha ocurrido y cómo solucionarlo para restablecerlo lo antes posible», asevera el concejal de Medio Ambiente, Antonio Casas. 

Al parecer, según ha podido saber este periódico, el problema se generó hace 10 días, cuando la empresa prescindió de uno de los peones asignados a uno de los dos camiones que llevan a cabo la recogida. 

El hecho de que ese camión funcione solo con un trabajador, que se encarga tanto de la conducción como de vaciar los contenedores, dificulta que se recoja todo lo que queda en la vía pública, tarea de la que se encargaba el peón. 

Todo esto acumula retrasos en la recogida, lo que, unido a comportamientos incívicos de quienes prefieren dejar en la calle, junto al contenedor, sus residuos y al fuerte viento de estos días, ha desencadenado el problema.

Cabe recordar que en diciembre de 2019, la renuncia a seguir prorrogando el contrato de la entonces adjudicataria debido a «una caída del precio del papel y del cartón, que ha pasado de los 120 euros por tonelada el pasado abril a solo 3, lo que hace que ya no sea rentable prestar el servicio», sumió a la ciudad en los cartones. 

Al Ayuntamiento, entonces gobernado por PP y Cs, le pilló la renuncia a contra pié, en pleno proceso de licitación de un nuevo contrato. Meses después, se adjudicó a Urbaser el servicio por el que la ciudad se ofreció a pagar 959.823,92 euros por hacerse cargo de los 350 contenedores azules que hay repartidos a lo largo y ancho de la ciudad.