Un puente un tanto atípico al caer las fiestas de la Constitución y la Inmaculada en martes y jueves, respectivamente, ha dejado con incertidumbre a los alojamientos de la capital y provincia, que esperaban mejores datos de ocupación pocos días antes de un período de ocio que, tradicionalmente, arrojaba la llegada de un alto número de turistas.
Los hoteles de la capital y provincia -a la espera de esos viajeros que deciden desplazarse a última hora- cuentan con una ocupación media de en torno al 50% que podría incrementarse, mientras que el turismo rural es algo más optimista -según zonas de la provincia- y ronda un 60% de plazas cubiertas, con mayor incidencia en los días festivos y el fin de semana. En un hipotético repunte final influirá también el hecho de que la climatología acompañe el puente festivo. No obstante, el sector turístico provincial no es demasiado optimista, según los establecimientos y colectivos consultados, para que los datos de ocupación vuelvan a las cifras de 2018-2019 antes de la crisis sanitaria, con el agravante de una situación económica que no invita a realizar muchos alardes viajeros.
Juan Bautista Herrador, propietario de dos establecimientos rurales en Villaherreros, es de los que esperan a los clientes indecisos. «Después de un verano muy bueno, aún no ha llamado gente para ver si hay plazas libres. El puente cae en esta ocasión en unos días un poco raros, pero en el caso del que hubo el 1 de noviembre también ocurrió lo mismo. Me temo que lo que realmente pasa es que el bolsillo no está como para muchos viajes de ocio, ya que antes de la pandemia la ocupación era muy alta en esta época», lamentó. De similar opinión en Tierra de Campos es Anabel Pérez, propietaria del Hotel Rural San Hipólito en Támara de Campos. «La verdad es que se trata de un puente un tanto raro y este fin de semana ya está flojo en ocupación. Para la semana de la Constitución y la Inmaculada pensábamos que iba a estar mejor y algún día hay más animación, pero es complicado que superemos un 60% de reservas en el hotel y las comidas. En nuestro caso cerramos el 11 de diciembre y volvemos abrir en marzo», expuso.
Quien también mantiene la esperanza de trabajar bien este puente es Luis González, Vita, que puso en marcha en agosto una iniciativa de turismo activo en pleno contacto con la naturaleza a través de la empresa Mutatio Shop&Service, situada en Las Cabañas de Castilla. «Si hace bueno es previsible que la gente se anime porque los festivos cogen dos fines de semana, ya que algunas casas rurales de la zona con las que colaboramos tienen un buen nivel de ocupación», dice el empresario, que organiza rutas de 3-4 horas y baja dificultad con bicis eléctricas por los caminos de Santiago y Lebaniego, Vía Aquitania y Canal de Castilla para observar paisajes y fauna salvaje.
La situación se presenta algo mejor, aunque también habrá que esperar a última hora, en el norte de la provincia. «Los dos fines de semana, junto a los días festivos, tengo el alojamiento al completo y para el resto del puente hay plazas libres, con lo que ocupación rondará un 60-70%», señaló María Soledad González, propietaria del establecimiento rural El Cortijo de las Monjas, situado en Villaescusa de las Torres, que pertenece al Ayuntamiento de Pomar de Valdivia.
Por su parte, quien tiene mayor nivel de ocupación en la Montaña Palentina, ya que junto a dos casas rurales organiza rutas de observación de naturaleza y fauna, es la empresa de turismo activo Dos Aves. «Tenemos todo reservado incluso antes del puente en este fin de semana.La verdad es que alguna casas de la zona cierran ya de cara al invierno y las abiertas de la zona aún tienen algunas plazas libres, ocupando un 70%. En nuestro caso estos meses recibimos muchos clientes extranjeros, sobre todo británicos, que reservan con bastante antelación y el turista nacional solamente se aloja y no contrata actividades», apuntó su propietario Tino García.
HOTELES A MEDIO GAS. La Asociación Provincial de Hoteles esperaba a estas alturas un número de reservas acordes aun puente festivo que, antes de la pandemia, atraía a numerosos visitantes, aunque no descarta que, ya que Palencia es un destino de interior, los potenciales viajeros se animen a última hora. «Podría haber un repunte pero aún estamos con un nivel de ocupación de en torno a un 50%. Nos parece poco para las fechas que son y, en el caso de la capital, la próxima semana hay un torneo nacional de boxeo que podría influir en un aumento de visitantes que pernocten y a ver si llegamos al 60% ya que, de momento, no está todo lo bien que nos gustaría», explicó el presidente del colectivo hotelero, Eduardo Relea.
En su opinión, lo que va del mes de noviembre -después de la dura época donde la pandemia causó estragos en el sector- está siendo favorable y los niveles de ocupación son aceptables. «En ello puede influir el que la exposición de arte sacro, conmemorativa de los 700 años de la colocación de la primera piedra de la catedral, atrae numerosos visitantes y que, en el caso de los que vienen de más lejos, decidan pernoctar. Ojalá se pueda seguir así con más reservas a última hora y en Navidad», concluyó.