Esa «comunicación constante entre el servicio de Urbanismo del Ayuntamiento» que promete el equipo de Gobierno de Miriam Andrés a partir del próximo año apunta a una más importante que se materializará en 2025: la actualización colectiva de los valores catastrales de la ciudad.

Es el conocido como catastrazo, un nombre que asusta a todo propietario porque de materializarse a muchos supondrá un importante incremento del recibo de la contribución. Una subida tan destacada que el Ayuntamiento la repartirá en un período de diez años para no afectar a las economías familiares.

Ese catastrazo está ya en marcha. «Estamos en contacto con el Catastro», avanzó ayer el concejal de Hacienda, Carlos Hernández, que tiene luz verde para cursar la solicitud de actualización de la ponencia de valores, ya que existían dudas sobre si se podía poner en marcha a la par que la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana.

Los ayuntamientos disponen de este procedimiento para actualizar los valores catastrales de todos los bienes inmuebles urbanos y de los rústicos con construcciones del municipio con la finalidad de adecuarlos a los valores de mercado y concordar sus características físicas y jurídicas con la realidad.

Sin embargo, la última vez que se utilizó en la ciudad fue en 1996, por lo que en la actualidad, el valor catastral medio de las 43.802 viviendas residenciales que hay en la ciudad asciende, según el INE, a 42.208,5 euros.

La actualización de los valores catastrales se produce siempre a solicitud de los ayuntamientos y supone una modificación de la valoración del inmueble, que es la base imponible sobre la que se aplica el tipo de tributo que, ese sí, lo fija el Consistorio. Al subir la base, se encarecerá el recibo y se incrementará la recaudación. 

«De llevarse a cabo finalmente, que todavía estamos pendientes de que se nos comunique que va a ser así, se haría el año que viene y entrarían en vigor los nuevos valores catastrales en 2025», sentenció Carlos Hernández, que aseguró que por ahora se desconoce qué repercusión tendrá en las arcas municipales.

Lo que es seguro es que elevará la recaudación muy por encima de los 15,6 millones de euros que ingresas las arcas municipales en la actualidad con el IBI.

La actualización de los valores catastrales lleva planeando sobre la ciudad años. De hecho, el anterior equipo de Gobierno de PP y Cs intentó ponerla en marcha pero tras el impacto económico de la pandemia optó por no llevarla a cabo y se conformó con solicitar al Gobierno y aplicar en 2020 una actualización de los valores catastrales del Impuesto de Bienes Inmuebles en un 3%.