Soluciones Lácteas extingue sus 22 empleos queseros en Herrera

J. Benito Iglesias
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La firma saldañesa propietaria de la industria de Herrera de Pisuerga adquirió la unidad productiva a Quesería Ibérica hace solo 11 meses tras un largo concurso de acreedores. La quesera vivió sucesivos problemas financieros desde 2008

Soluciones Lácteas extingue sus 22 empleos queseros en Herrera - Foto: Bragimo/ICAL

La empresa quesera de Herrera de Pisuerga con problemas financieros desde 2008 y que hasta 2014 fue Granja La Luz -adquirida en esa fecha por Quesería Ibérica y, posteriormente, hace tan solo 11 meses por parte de Soluciones Lácteas Palentinas de Saldaña- no tendrá continuidad. Tras afrontar dos concursos de acreedores que depararon la venta de la unidad productiva, el Juzgado de lo Mercantil ha dictado un auto el día 1 por el que autoriza la petición de los propietarios del pasado 19 de marzo de declaración de un nuevo concurso, en este caso voluntario por insolvencia económica, lo que deparará la liquidación de los activos para afrontar deudas y la extinción laboral de los 22 trabajadores, a los que se les deba la nómina de marzo.

El motivo esgrimido ha sido la rotura de la planta de cogeneración, cuyo coste de reparación rondaría los 500.000 euros -sin una garantía de volver a funcionar al mismo nivel anterior de producción de energía eléctrica- lo que que era básico para la rentabilidad del negocio, según explicaron a DP fuentes cercanas a la compañía. El concurso con liquidación da paso a la creación de una comisión negociadora y al período de comunicaciones de 20 días. De hecho, ayer se mantuvo una reunión con los trabajadores para explicarles la situación de falta de insolvencia y la apertura del ERE extintivo que se tramitará en el Juzgado de lo Mercantil en los plazos que marca la ley.

Las mismas fuentes consultadas concretaron que la rentabilidad del actual negocio de Soluciones Lácteas Palentinas de Saldaña estaba muy ligada a la planta de cogeneración, dado que la venta de queso tiene muy poco margen económico y era casi deficitaria.

solo 11 meses de vida. En la negra historia de la empresa quesera herrerense, que cuenta con una larga trayectoria y presencia en varias superficies comerciales, hay que retrotrarse a mayo del pasado año cuando el  Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palencia, que hace las veces del Juzgado de lo Mercantil, dictó un auto por el que autorizaba la venta de la unidad productiva de la firma Quesería Ibérica, que se encontraba en concurso de acreedores, en favor de la empresa Soluciones Lácteas Palentinas de Saldaña, según informaron a DP fuentes del proceso. A su vez, indicaron que, tras la aprobación de la venta, la nueva empresa que se hacía cargo de la quesería herrerense se comprometía a garantizar la continuidad de la actividad empresarial con la subrogación de la totalidad de la plantilla,  formada entonces por los mismo 22 trabajadores que ahora.

Como ya publicó este rotativo, en agosto de 2020, la empresa Quesería Ibérica AT presentó en el Juzgado Número 1 de Palencia un concurso voluntario de acreedores.

La firma contaba en ese momento con una treintena de trabajadores, aunque un número indeterminado estaba en aquel momento en ERTE debido a la situación generada por la covid-19. Con la declaración del concurso, se trató como hasta ahora de buscar una salida de futuro para la quesería o, en última instancia, su liquidación. Sin embargo, la firma saldañesa Soluciones Lácteas Palencia dio el paso en firme para hacerse con la unidad productiva, lo que garantizaba no solo la producción de la quesería herrerense sino también la de los 22 operarios de la misma, algo que, por desgracia, ya no se producirá ante su actual situación de insolvencia.

EMPRESA DE REFERENCIA. Quesería Ibérica AT se fundó en abril de 2014 por personas de reconocido prestigio en el mundo de la industria agroalimentaria. 

En poco más de un año se convirtió en una empresa de referencia en el sector lácteo y quesero con una facturación de en torno a los 20 millones de euros, estando sus productos presentes en prácticamente toda la distribución española bajo las marcas Santé, Campoduero y Granja La Luz. 

Por lo demás, en Herrera de Pisuerga conocen muy bien esta situación. En octubre de 2014 este periódico dio a conocer que tras meses de intensas negociaciones con las entidades bancarias acreedoras -con las que se mantenía una deuda aproximada de 2,8 millones de euros- la adquisición de la antigua empresa Granja La Luz por Quesería Ibérica AT era ya un hecho. Hay que recordar que la empresa Granja La Luz comenzó con dificultades financieras en 2008, cuando solicitó un concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. 

Después de casi seis años, la entidad judicial decidió una regulación de empleo por tres meses para dar tiempo a una posible venta de la unidad productiva de la empresa, que comenzó a aplicarse en abril de 2014.

Gracias al esfuerzo de los trabajadores, el sindicato Comisiones Obreras y varias administraciones, se consiguió que algunas empresas se interesaran por la unidad fabril, con el fin de seguir produciendo queso en Herrera de Pisuerga y manteniendo a sus empleados.

Finalmente, en junio de ese año la empresa Quesería Ibérica AT arrendó las instalaciones y mostró su intención de adquirir la factoría herrerense. Se formalizaron las condiciones laborales con los trabajadores, que firmaron contratos indefinidos por tiempo completo con unas condiciones similares, incluidas las salariales, a las que tenían con la anterior empresa. 

Además, varios empleados se acogieron a la prejubilación, y estuvieron en el paro en el caso de algunos varios meses, y en el de otros un máximo de dos años. Pero, a comienzos de 2018, Quesería Ibérica requirió la ayuda de la Junta de Castilla y León para obtener liquidez y el Ejecutivo mantuvo que estaba dispuesto a salir al rescate de la empresa y aportar un millón y medio de euros de dinero público para ayudarle en su expansión. Poco más de dos años después, la empresa tuvo que presentar un concurso voluntario de acreedores debido a su situación de insolvencia económica, situación repetida ahora pero para liquidar la empresa y el empleo.