Allá por 2015 se celebró la primera edición del Triatlón de Frómista, una de las pruebas más consolidadas a día de hoy en la provincia. Entonces encuadrada en la modalidad Sprint, para más tarde adoptar la de Olímpica.

El año pasado se fue un paso más allá, consiguiendo incluir el triatlón en la categoría de Media Distancia. 2022 fue un año espectacular para el triatlón, aunque falló la guinda, la participación del laureado e ilustre triatleta Javier Gómez Noya, que en un principio confirmó su presencia pero que finalmente se cayó por cuestiones de calendario.

Parecía difícil de superar, pero todo apunta a que la de 2023 será la edición más especial hasta la fecha. Además de mantener la Media Distancia (1.900 metros a nado, 90 kilómetros en bicicleta y 21 kilómetros de carrera a pie), la organización ha conseguido que la prueba sea puntuable para el ranking mundial, es decir, la lista de la PTO (Professional Triathletes Organisation). El máximo organismo a nivel mundial en cuanto a triatlón se refiere.

No ha sido algo sencillo. Sin tener en cuenta carreras Ironman o Challenge (con aparatos logísticos, económicos y organizativos mucho mayores), las pruebas de triatlón en España puntuables para el ranking mundial se cuentan con los dedos de las manos.

Entre otras cosas, la PTO exige que la categoría sea Media Distancia, una distinción en los grupos en función de la edad y el nivel y, lo que es más importante, que se otorgue un mínimo de 10.000 euros en premios (que además deben de ser equitativos para los ganadores en función de su género). Cumplirá todas las condiciones la octava edición del Triatlón de Frómista (que por cierto se llevará a cabo el 26 de agosto), que repartirá 13.000 euros en premios.

SOLO QUEDAN 70. El Triatlón de Frómista limita su inscripción a 250 plazas, de las cuales solo quedan 70 disponibles. La organización prevé que se completen más bien rápido, ya que en todas las ediciones se ha llenado el cupo. De hecho, sostienen que si doblasen el número de plazas también se agotarían, pero prefieren que la prueba mantenga su carácter de familiar y poco masificada. Para ello, 125 voluntarios velarán el día de la competición para que no le falte de nada a ninguno de los participantes. Es la esencia de esta prueba y estará presente un año más.