La Asociación de Vecinos de Palacios del Alcor ha acusado al Ayuntamiento de Astudillo, municipio al que la localidad pertenece desde 1975 de «expolio continuado».

Así lo afirma la presidenta del colectivo, Sonia Pérez Abad,  en una carta abierta en la que asegura que «lo más sangrante es que cada año, el Ayuntamiento de Astudillo recauda en impuestos de Palacios del Alcor por conceptos como IBI rústico y urbano, asignación del Estado por vecino, cantidades que la Diputación asigna a los municipios con pueblos agrupados, derechos cinegéticos, etc.  Una cantidad estimada en más de 20.000 euros».

Una suma que, desde hace 46 años, ascendería a «los 400.000 que habría recibido el Ayuntamiento de Astudillo en ingresos asignados a Palacios del Alcor o procedentes de sus bienes y vecinos que sobrepasarían», cuando, afirman desde el colectivo, «las inversiones que se han realizado en el pueblo son absolutamente ridículas en todos estos años».

Tanto es así que denuncian que «el pueblo está sin asfaltar y sin aceras; el antiguo ayuntamiento derrumbado, algunas calles no tienen alcantarillado y las aguas fecales se están depositando en pozos, contaminando con ello las aguas subterráneas. La presión del agua potable es tan baja que no enciende los calentadores, no llega cobertura telefónica, algunas casas amenazan ruina y otras ya se han derruido sin que se retiren los escombros o el peligro», detallan.

No es la primera vez que los vecinos de esta pequeña localidad (22 habitantes censados) se quejan del trato que dicen sufrir por parte del municipio al que pertenecen. Cabe recordar que en 2005 ya se solicitó la segregación de ambos municipios a la Junta para unirse a Amusco «que sí se comprometía a tratar dignamente a Palacios en cuanto a inversiones, mantenimiento y, sobre todo, respeto». Tras presentar la documentación, «solo faltaba el visto bueno del Ayuntamiento de Astudillo pues todos los demás trámites y condiciones se cumplían y este, en pleno, votó en contra alegando Wque podría deteriorar, en parte, la economía de Astudillo», manifiestan.

La gota que ha colmado el vaso ha sido el anuncio de que «se está estudiando el problema de las aguas fecales pero que, en todo caso, si decide hacer la obra tendrá que ser pagada por los vecinos afectados mediante contribuciones especiales».