Entre números y autismo

J. Benito Iglesias
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Paloma Pérez Miguel, directora financiera, palentina y en Pamplona desde los 18 años, tiene un hijo de 11 con neurodiversidad. Es coautora del libro 'Hablo tu idioma pero no te entiendo'

Entre números y autismo

Y nunca deja de escribir porque siempre quiso estudiar Periodismo, aunque en el inicio de los años 90 sus padres la convencieran para que apostara por Económicas, con el argumento de que «era una carrera con muchas salidas profesionales», explica Paloma Pérez Miguel (Palencia, 1974). 

Vive en Pamplona desde los 18 años, pero mantiene férreas raíces en Fuentes de Nava y la capital. «Me encanta volver siempre que puedo a visitar a mi madre. Palencia es el punto de encuentro de mi familia, ya que todos los hermanos vivimos fuera. En Navidad, nos juntamos y disfrutamos del ambiente tan entrañable y característico de una ciudad pequeña, además de ir de compras por la calle Mayor o salir a correr por el parque del Sotillo», arguye.

Esta directora financiera, doctora y docente universitaria, además de investigadora, afronta el día a día entre números y, pese a «tener trabajos muy absorbentes y viajar mucho por todo el mundo», señala, siempre tiene un hueco para las letras. Tras impulsar proyectos en empresas en crecimiento o ir resolviendo problemas en otras con dificultades económicas, aún tiene tiempo para cartas de opinión en los diarios locales en Navarra o en alguna revista. «En el  suplemento dominical XL Semanal, de hecho,  mis escritos fueron carta de la semana en dos ocasiones y gané dos magníficos bolígrafos», indica con sentido del humor.

Pero, ahora, su pasión por la escritura se materializa de la mejor forma posible, en el libro Hablo tu idioma, pero no te entiendo, del que es coautora junto el educador Óscar Arriazu. «Cuando mi hijo pequeño tenía cinco años - hoy tiene 11 y Amaya es la mayor- empezamos a ver que algo  no iba bien. Le costaba seguir las rutinas del colegio y obedecer. No toleraba la frustración ni los cambios. Era muy  inteligente pero no encajaba en la  dinámica escolar y no quería ir a clase, por lo que yo tenía mis dudas de que fuera capaz de pasar a Primaria», indica. Tras varias pruebas, al pequeños le diagnosticaron altas capacidades y TDAH y le derivaron a salud mental donde un psiquiatra, tras verle jugar diez minutos, le pautó una medicación «para que se portara mejor y estuviera más tranquilo en el colegio», recuerda Paloma Pérez.

«Aquello me puso los pelos de punta y reaccioné, ya que aquella medicación no iba a solucionar su problema», asevera, al tiempo que concreta que, junto a su marido, buscó ayuda y conocieron a Óscar Arriazu, «un grandísimo profesional con un corazón de oro y 30 años trabajando con niños como el nuestro». Poco  después de recibir el apoyo del especialista en neurodiversidad llegó un oportuno descubrimiento. «El diagnostico médico de Diego no había sido correcto. No era un TDAH sino un Trastorno de Espectro Autista (TEA)», precisa.

«En abril de 2020, Óscar me propuso empezar a escribir sobre las historias de los chavales del grupo de terapia. Así, recopilamos los testimonios de estas familias con sus luces y sus sombras, cómo fue la propia historia de Óscar y cómo la vida le había llevado a ayudar a los chavales con neurodiversidad», expone. El objetivo del libro Hablo tu idioma, pero no te entiendo. Consejos y vivencias sobre neurodiversidad trata de apoyar a familias desesperanzadas, así como a profesionales que no saben muy bien cómo ayudar.  

El lanzamiento de la publicación, ya a la venta en la librería Iglesias de la capital, coincide con la celebración mañana, 2 de abril, del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. «Buscamos una mirada empática, positiva y enriquecedora sobre la neurodiversidad, así como derribar prejuicios y estigmas», concluye Paloma Pérez.