Salir pacíficamente a la calle el pasado 12-N no fue una actitud de odio, sino  en defensa de la Libertad, Igualdad, Convivencia, Dignidad… España, no quiere ser vendida, regalada, ni troceada aunque la hipotequen hasta las cejas. Los partidos deberían entender, que proteger al Estado no es de derechas ni de izquierdas. La rendición a los separatistas no tiene nombre ni límite; debilita al Estado de Derecho como jamás en toda su historia. Puigdemont ríe. Celebra su buena suerte. Resucita el Pacto Fiscal y consigue un trato VIP para Cataluña con lo que habrá logrado dar jaque mate al sistema de financiación común. Mientras, Hacienda crea una deuda a algunas familias debido al  Salario Mínimo Vital y, más de seis millones de españoles sufren pobreza alimentaria pero, España debe sufragar los escoltas al que se perfila como nuevo mando en tropa. Lo dicen ellos y no yo, por cuanto he visto sobre la investidura de un presidente democrático. En Sánchez no se ha percibido a un presidente de todos los españoles. Solo se ha señalado como un gran Ejecutor. En el hemiciclo se notaba que Puigdemont aún sin estar presente, será el que verdaderamente llevará las riendas cediendo el sillón al ejecutor. Un ejecutor advertido que si falla su cargo durará muy poco y presumen de obligar a Sánchez a un referéndum. Humillante  ¿Por qué quieren seguir creando esas diferencias entre unas regiones y otras? ¿Qué esconden? ¿Tan tontos creen a los  españoles como para hacerlos comulgar con piedras de molino? Esto es inédito en una democracia. A la Justicia la neutralizaran. Todo estará bajo el manto de Puigdemont. Junts, viene amenazando a los jueces con el lawfare. Lo dice un prófugo ahora protegido por el Estado que escapó en el malero de un coche. Los sucios historiales resplandecerán como la nieve; serán felices y comerán perdices. Bendita moviola señor Sánchez. ¿Tanto  cree que vale con la que se está armando? Hiere su  extremismo elitista al apadrinar a ricos que no se cansan de exigir. Lo dicen ellos. El  Estado de Derecho se va al carajo. La democracia participativa se la han cargado y lo iniciado, semeja una dictadura. Diabólico.