El comité intercentros de la cafetera Seda -que forman UGT (3 delegados), CCOO (2), CSIF (2), USO (1) y CGT (1)- organizó ayer una segunda concentración a las puertas de la fábrica de la capital, a la que se sumó otra en la planta de envasado de Villamuriel, para reclamar a la empresa el desbloqueo del convenio colectivo. A ambas partes solo les separa un 0,25% de subida salarial para 2024 y 2025. Los sindicatos solicitan un 2% y la empresa se cierra en banda y propone un 1,75%, por lo que no se descartan medidas más contundentes.

Ya existe un acuerdo para 2022 y 2023 con una subida del 5,7% y el 3%, respectivamente, y no se está lejos de acercar posturas, pero Seda habla de oferta definitiva y los sindicatos piden que se negocie más tras un año y diez meses de reuniones. Además, la empresa propone una día de reducción de jornada para conciliar y el comité pide dos, ya que se trabaja 350 días al año en cinco turnos.

En la capital 70 de los 138 operarios  salieron ayer a la calle en turnos, sin que lo hicieran 38 de oficinas, y en Villamuriel se sumaron en envasado a la protesta otros 40. «La empresa no se ha dirigido a nosotros y el lunes nos reuniremos para estudiar nuevas movilizaciones», explicó a DP Alfredo Solla, presidente del comité intercentros. 

En opinión del dirigente sindical, «se ha llegado a un punto en el que la situación está estancada y no hay avances para lograr un acuerdo de convenio justo razonable con la empresa, por lo que, convencidos en defender nuestros derechos, nos vemos obligados a actuar, tras consultar con los trabajadores», dijo. Además, recordó que, tras celebrar recientemente dos reuniones «infructuosas»  con la empresa, se decidió adoptar las medidas de presión que ya han tenido lugar y que «fueron aprobadas en una posterior asamblea de trabajadores».