«Queremos que la gente de la comarca pueda trabajar aquí»

Pablo Torres
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María Teresa Rodríguez Sáinz-Rozas, presidenta de honor de Galletas Gullón, es hoy distinguida como Marcera Mayor durante la celebración de las Marzas entonadas por Ronda Aguilar

María Teresa Rodríguez Sáinz-Rozas - Foto: Galletas Gullón

María Teresa Rodríguez se puso al frente de la compañía Galletas Gullón tras el fallecimiento de su marido, José Manuel Gullón, en 1983. Estuvo a los mandos de la firma galletera como presidenta durante 36 años, hasta 2019, cuando  su hija, Lourdes Gullón, cogió el testigo.

Esas más de tres décadas en las que Rodríguez ocupó el cargo sirvieron para que la entidad pasara de ser una pequeña empresa familiar a situarse a la cabeza del sector a nivel nacional e internacional. De hecho, durante su Presidencia, Galletas Gullón lanzó al mercado la primera galleta integral, un acontecimiento que permitió a la firma especializarse en el ámbito de la galleta saludable. Actualmente, la galletera factura más de 620 millones de euros anuales y tiene presencia en unos 120 países. 

El esfuerzo de Rodríguez durante todos estos años se ve hoy reconocido por Ronda Aguilar, que concede la distinción de Marcera Mayor a la actual presidenta de honor de Gullón por «su labor y compormiso con Aguilar de Campoo y su comarca», que se ha materializado en la consolidación de más de 2.000 empleos directos. Cabe recordar que, el pasado octubre, la empresa anunció la convocatoria de 300 nuevos puestos de trabajo destinados a la fábrica VIDA, la mayor oferta de su historia. 

¿Qué sensaciones le invadieron cuando recibió la noticia de que iba ser distinguida como Marcera  Mayor?
Me emocioné mucho cuando me comunicaron mi nombramiento como Marcera Mayor. Quiero dar las gracias a los componentes de Ronda Aguilar por pensar en mí para esta distinción y por seguir con la tradición de cantar las marzas en nuestra villa. Se trata de una distinción muy nuestra, de esta tierra, y me siento orgullosa y feliz de recibirla. 

Este reconocimiento me recuerda la importancia de la tradición en nuestra comarca y en las raíces de nuestra gran familia galletera.  Nacimos y crecimos como una empresa familiar con fuerte arraigo en Aguilar y, ocasiones como esta, nos dan fuerza para seguir por este camino.

Desde la directiva de Ronda Aguilar se destaca su «compromiso con Aguilar». ¿Se imaginaba una trayectoria profesional fuera de la comarca?
Galletas Gullón siempre ha sido una compañía familiar de Aguilar, con grandes expectativas de crecimiento y expansión, pero con las raíces muy claras. El ADN galletero aguilarense corre por nuestras venas y es la base donde se sustentan los cimientos de este proyecto familiar. Siempre he tenido clara la importancia de realizar inversiones en la tierra y es algo que le he transmitido a nuestro equipo directivo. 

Desde la actual Presidencia de la compañía también se sigue con esa misma política.  Una política en la que creemos todos los que formamos parte de Galletas Gullón. Nuestros más de 130 años de historia nos han demostrado que unos valores de arraigo y tradición no están reñidos con la innovación. De hecho, esta galletera no tendría sentido sin la gente que trabaja día a día en ella para hacer posible que hoy seamos líderes en el sector a nivel europeo, y a los que también quiero agradecer su esfuerzo y sacrificio diario. Entre todos hacemos todo, esa es la clave.

Ocupó durante 36 años la presidencia de Galletas Gullón. ¿Cómo valora esa etapa de su vida?
Gullón ha sido muy importante en mi vida y estoy muy agradecida también al equipo directivo que siempre me ha acompañado y ayudado. 

Asumir el liderazgo de una empresa con una larga historia y que empleaba a muchas familias en Aguilar de Campoo representaba un gran reto. Sin embargo, había tenido la fortuna de conocer la compañía junto a José Manuel, con quien trataba todos los aspectos del negocio, desde su situación financiera hasta los nuevos proyectos y estrategias comerciales. 

Al principio, implementé varias medidas, como la formación de un equipo directivo profesional, que contribuyeron a transformar la compañía. Además, mantuvimos la política de no distribuir dividendos y decidimos reinvertir los beneficios en la modernización de las instalaciones y la investigación de nuevos productos. 

Cuando tomó el mando de la compañía en 1983 no era muy común ver a mujeres al frente de grandes empresas. ¿Supuso esa decisión un gran paso teniendo en cuenta el contexto social?
Fue un momento difícil, pues tuve que hacerlo por la inesperada pérdida de mi marido, José Manuel Gullón, hasta ese momento director y alma de la compañía. Sin duda, fue un paso significativo considerando la época en la que ocurrió, pues era poco común ver a mujeres como presidentas de empresas, especialmente en sectores tradicionalmente dominados por hombres. Ha sido cuestión de tiempo que se viera que nuestro modelo de negocio no entiende de género, sino de trabajo duro. 

Espero que mi posición al frente de Galletas Gullón haya contribuido a demostrar que las mujeres también pueden desempeñar roles directivos y contribuir de manera significativa al desarrollo y la transformación de una empresa, y desde el mundo rural.

Durante su etapa al frente de la compañía, la galletera se convirtió en uno de los referentes del sector a nivel nacional. ¿Cuál cree que fue el motivo de su éxito?
Creo que el éxito se debe, en gran medida, a la firme apuesta por un nicho de mercado al que hasta el momento nadie se había acercado: la galleta saludable. A mí siempre me han interesado los temas de salud y nutrición, creo que somos lo que comemos y desde el inicio de mi etapa al frente de la compañía he intentado que se creasen productos que pudiesen contribuir a la salud y el bienestar de las personas sin privarse de algo tan delicioso como una galleta. 

Nos esforzamos en desarrollar productos que no solo fueran deliciosos, sino también nutritivos y beneficiosos para la salud. Desde entonces, hemos invertido en investigación y desarrollo para crear recetas innovadoras que ofrecieran opciones más saludables sin sacrificar el sabor o la calidad. 

En este ejercicio se cumplirán cinco años desde que su hija, Lourdes Gullón, asumió la presidencia. ¿Cómo valora este tiempo?
Los últimos años en Galletas Gullón han sido un desafío. Hemos experimentado un gran crecimiento, lo que ha consolidado nuestra posición como líderes en la industria de galletas en Europa. Todo ello, habiendo pasado por uno de los escenarios más duros como ha sido la pandemia mundial o la guerra de Ucrania. 

Quiero dar las gracias a mi hija, que ha enfrentado esos retos y también a todo el equipo directivo, dirigido por Juan Miguel Martínez Gabaldón, que han conseguido que pese a tantas dificultades la compañía crezca. Lourdes, al igual que yo, cree fundamental en dar continuidad a una política que se basa en la reinversión de los beneficios, y con una cosa que ella también tiene clara desde siempre: somos galleteros y de Aguilar de Campoo. Queremos crear riqueza en esta tierra, y que la gente de la comarca pueda trabajar y vivir aquí. 

Siempre ha apostado por la comarca, lo que ha permitido generar riqueza y puestos de trabajo en Aguilar de Campoo. ¿Ve a Gullón como un referente nacional sobre las políticas de empleo que se deben seguir en el medio rural?
Cuando nuestros directores me hablaban de cifras de negocio siempre les decía que me parecía muy bien, pero que me dijesen los números de puestos de trabajo que se habían creado. 

Actualmente, superamos los 2.000 puestos de trabajo directos, y realmente eso es lo que me da una gran satisfacción a nivel personal. Nuestro compromiso con la comarca ha sido muy importante para generar riqueza y crear puestos de trabajo en una zona que se enfrenta a uno de los mayores desafíos del momento: la despoblación. Creemos fielmente en las posibilidades que tiene este maravilloso entorno y, por ello, seguimos depositando un gran esfuerzo inversor en contribuir al desarrollo local y al impulso de la economía rural en general. 

¿Cómo de importante ha sido la ubicación de la villa aguilarense, próxima a Palencia y Cantabria, para el devenir de la compañía? 
Aunque a algunos les pueda parecer increíble que una industria galletera esté en un pueblo de cerca de 7.000 habitantes y exporte a más de 120 países, la ubicación ha sido clave para el desarrollo y crecimiento de Galletas Gullón a lo largo de los años. 

Estamos en una ubicación estratégica que nos ha proporcionado una serie de ventajas que han contribuido al éxito. Nuestras raíces están en esta tierra, valoramos profundamente el apoyo y la colaboración de sus habitantes, que son nuestros vecinos, a lo largo de los años. Gracias a ellos también somos lo que somos. Somos castellanos con una fuerte vinculación por proximidad a Cantabria, y precisamente ambas regiones nos han brindado las mejores materias primas para nuestras galletas. Esto nos ha permitido mantener altos estándares de calidad en nuestros productos y asegurar la satisfacción del cliente. 

Por otro lado, la ubicación de las fábricas en Aguilar de Campoo nos ha facilitado el acceso a importantes redes de distribución y transporte. 

Viendo los datos de la empresa en 2023 (una facturación que supera los 620 millones de euros y más de 2.000 empleos directos), ¿qué le diría a aquellos que no ven viable emprender en el medio rural?
Mi mensaje para aquellos que dudan de la viabilidad de emprender en el medio rural sería claro: nuestra historia es el vivo ejemplo de que el éxito empresarial en el mundo rural es también posible. 

Nuestra trayectoria muestra que el medio rural no solo es un entorno viable para emprender, sino que también puede ofrecer oportunidades únicas para el crecimiento y la prosperidad empresarial. A aquellos que aún dudan de la viabilidad de emprender en el medio rural, les diría que consideren el potencial que estas áreas pueden ofrecer. 

Con dedicación, visión y un compromiso real con la comunidad local, es posible construir empresas exitosas que no solo generen beneficios económicos, sino que también contribuyan al desarrollo y el bienestar de las zonas rurales y sus vecinos.