De la comodidad al agobio en la primera victoria fuera de casa

David del Olmo
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El pasado viernes el Quesos Cerrato Palencia sumaba su segundo triunfo de la temporada en Orense (llamemos así a la ciudad y la provincia; y Ourense al club, pues así se denomina oficialmente el conjunto de la Adecco Oro) en un choque que dominó durante gran parte del tiempo y donde, sin embargo, acabó provocando más de una arritmia en sus aficionados. Pocos lo vieron en directo, la mayoría a través del Baloncesto en Vivo (donde van actualizándose las estadísticas en tiempo real) de la web de la Federación Española, ya que la retransmisión de vídeo fue infernal, con constantes interrupciones y saltos en la imagen. Lo gracioso es que en los enlaces hablen de HQ(High Quality -Alta Calidad-). En fin, pasan los años y algunas cosas no cambian.

De ganar claramente durante (29-48) y al final (38-52) del tercer periodo, incluso con comodidad ya en el cuarto acto (a 3:31, 46-59) o a 28 segundos del final (53-60); a sufrir por la posibilidad de llegar a una prórroga. Con apenas  2 segundos en el reloj del Paco Paz (61-64), una falta de Quinn MacDowell (el jugador más fiable del equipo palentino en este inicio de curso, destacado también en ese encuentro, sin pérdidas, casi sin errores en el tiro sumando 17 puntos) le brindaba a un tirador experimentado como Salva Arco la opción de lanzar tres tiros libres para empatar. Fallaba el primero (el bueno de McDowell respiraba), anotaba el segundo y aparentemente tiraba a fallar el tercero (pero la pelota tocó el tablero y entró para situar el 63-64). La falta de Quinn (dudosa, todo hay que decirlo) fue una especie de compensación por la diferencia de faltas señaladas a unos y otros. Una diferencia que sucederá más veces, dado el talento individual en el uno contra uno de la plantilla morada y el juego de menor contacto físico (compensado con mayor actividad de cada jugador)de esta temporada en los de Natxo Lezkano. Un susto, aviso de que la competición no será un paseo, por si alguien lo pensaba tras la abultada primera victoria. Que se lo digan al Burgos, que ya suma dos derrotas. Y además el equipo orensano es uno de los que ha empezado la liga con mejor ritmo.

Entre las claves de la remontada, sin lugar a dudas está el desacierto en los tiros libres (ocho después del descanso, uno de ellos ya sin tiempo en el electrónico, que no cuenta). Tampoco ayudaron las pérdidas de balón (17 según la estadística). Y un detalle: el Quesos Cerrato lanzó solo 11 triples (con escaso acierto, apenas dos encontraron su destino), desequilibrando su juego, lo que ayuda a la defensa rival, que puede cerrarse en torno a los interiores. Si además tu oponente anota un par de triples en los últimos 16 segundos, se juntan muchas circunstancias que explican el sufrimiento. Sin embargo, no puede olvidarse todo lo bueno que hubo en ese choque. No solo destacó McDowell. XaviForcada (está anotando, lo cual es bueno para el equipo) ofreció muchos buenos minutos, igual que Dani Rodríguez (revoluciona el juego cada vez que aparece). El dúo interior, Urko-Arteaga se unió para sumar 21 puntos y 15 rebotes. Y cuatro jugadores sumaron al menos 12 puntos, más los 9 de Dani.