Los diez lugares de Enrique Santos: Viajes Especiales

César Ceinos
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La capital ocupa un lugar importante, al igual que sus orígenes familares

Enrique Santos, en la calle Mayor - Foto: DP

Los diez lugares de Palencia de Enrique Santos

TRAYECTORIA: Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Valladolid, reforzó su formación académica con un máster de Gabinetes de Comunicación en Madrid. Trabajó en diversos medios de comunicación en Castilla y León y para la Junta en Segovia. En la actualidad desempeña su trabajo en el departamento de Marketing y Eventos de Recyclia.

PASIONES: Todo lo que tenga que ver con el arte: cine, música, lectura, videojuegos, pintar y escribir.

1. Valdespina. «Es una pequeña localidad que pertenece al Ayuntamiento de Amusco. Para mí es un lugar con bastante encanto y guardo muchos recuerdos especiales vinculados a mi infancia y a mi familia, como estar jugando con mis amigos, ver a mi abuelo tallar madera o levantándose pronto para ir con el rebaño de ovejas o la miel que hacen allí. Está situada en una especie de valle y tiene quietud y una paz que me encantan. Siempre que voy a Palencia la visito con mis padres».

2. Pino del Río. «Nos vamos ahora al pueblo de mi familia paterna, que está situado en la comarca de la Vega-Valdavia. Lo solemos visitar en verano, aunque los recuerdos son más de adulto. Hemos ido a comer muchas veces al merendero que hay en la parte inicial de la localidad, que tiene una piscina abierta al público. Se está muy bien allí. Pero lo que destaco de Pino es que tiene una historia de amor impresionante. Según se entra se ve un enorme obelisco de 45 metros levantado por un hombre del pueblo en honor de su mujer».

3. Monte El Viejo. «¡Qué decir del pulmón verde que tenemos en Palencia! Es una maravilla y se puede ir andando, en bici o en coche. Tiene un valor enorme un monte. Es parada obligatoria en verano, ya sea para ir a la piscina, para comer o tomar algo, para hacer alguna de las rutas deportivas de las que dispone o incluso para jugar a las cartas con mis amigos o mis padres. He echado allí muchas tardes. Es un remanso de paz y tranquilidad».

4. San Juanillo. «Es mi barrio. Allí he vivido, crecido y es donde siguen estando mis padres. Es mi primera parada cada vez que vuelvo a Palencia. No sería quien soy hoy si no me hubiera criado en esta zona de la capital. Estudié en el Sofía Tartilán y mis primeros amigos los conocí allí, donde jugué a la pelota en la plaza Roja o con los globos de agua en la plaza Verde».

5. Margen derecha del río Carrión. «Este paseo me encanta. Creo que es una de las zonas por las que más me gusta ir cuando voy a Palencia y perderme yo solo. Ir por esa orilla y encontrarme con el puente Mayor, Puentecillas, el Sotillo, el parque de Isla Dos Aguas… Es una ruta que parece sacada de un cuento. A un lado la ciudad, al otro, espacios verdes, el agua fluyendo… Siempre me arranca una sonrisa de felicidad».

6. Palacio Episcopal de Palencia. «Está situado en la calle Mayor Antigua. Mi madre trabajó allí varios años. Recuerdo acompañarla muchas veces a este lugar cuando era niño. Tenía un palacio entero para jugar. Me acuerdo de que la gente era muy amable. Incluso me dejaban libros de catequesis o de pintar. Me sentía y aún me siento un privilegiado por haber podido andar por aquellas estancias antiguas del palacio con total libertad y por poder contemplar las obras de arte que residen en su interior».

7. Diputación. Siempre que he ido con alguien a Palencia hemos pasado por la calle Burgos, que es una de las que más me gusta, sobre todo cuando cae la noche y se encienden las luces del palacio de la Diputación. Me parece un edificio precioso y que además resulta muy imponente por la noche. Una vez que llevo a la gente a ver ese lugar voy el día siguiente a mostrárselo por dentro. La entrada es muy bonita, al igual que las obras del techo».

8. Catedral. «Nos vamos ahora con la Bella Desconocida. El interior es estupendo y la calidad de sus obras de arte es increíble. Para poner algo especial de este monumento, recuerdo que mi padrino tuvo el privilegio de dar el agua de la cripta el día de San Antolín cuando era pequeño. Es un precioso recuerdo de mi infancia. Siempre hay tres lugares muy característicos que vendo de Palencia. Siempre digo que tienen que visitar la seo, el Cristo y la provincia por sus bellezas románicas y su naturaleza».

9. Calle Mayor. «Es una de las arterias de obligada visita en mis regresos a Palencia. Siempre hago el mismo recorrido. Empiezo en el edificio de Correos y acabo en el parque del Salón. Me encanta. Creo que no hay una calle que tome más el pulso a la ciudad que esta vía. Además, destaco los edificios, los soportales, las esculturas y las tiendas, aunque recientemente he visto que han cerrado muchas. La calle Mayor guarda el alma de la ciudad y de la gente».

10. Ruta de los vinos. «Sé que no es un sitio en sí, pero para mí es algo que siempre vendo. Sé qué la ruta que se hace hoy poco se parece a la de antes. Siempre que llevo a alguien por Palencia le llevo por una ruta de vinos, aunque sea inventada. La llamo así. El Gato Negro, el Universonoro, la Gomila y el Barsket son bares a los que sigo yendo hoy en día. La noche termina en el Club 38, que es un lugar muy habitual. Antes terminábamos también en el Bora-Bora, que está cerrado. Era para profesionales de la noche.