El éxito y la tristeza

Diego Izco (SPC)
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El técnico chileno, durante un partido con el Betis de LaLiga - Foto: Biel Aliño (EFE)

En la mirada del 'ingeniero' descansan 70 años de melancolía y tristeza, y su cara podría ser la del secundario de un lento drama que acaba de enviudar y no quiere otra cosa más que contemplar el paso del tiempo desde un viejo sofá de cuero. Pero para quien sepa mirar, en ese gesto todavía hay mucha ilusión, una sonrisa oculta y decenas de toneladas de fútbol enlatado: su Betis lleva ganados 13 de los últimos 15 puntos, está virtualmente atado a Europa en la 24-25 y, para su historia personal, una curiosa plusmarca en España: en las 13 temporadas completas que ha dirigido en nuestra Liga, siempre ha quedado entre los siete primeros del campeonato. 

Ha estado sentado en los banquillos de cuatro equipos diferentes: el Villarreal entre 2004 y 2009, el Real Madrid en la 09-10, el Málaga entre 2010 y 2013 y el Betis desde 2020 hasta ahora. Y Manuel Pellegrini siempre terminó en la parte noble de la tabla. La única excepción se produjo en su primera incursión en el Málaga: enganchó al cuadro andaluz en la décima jornada de la 10-11. Salvó holgadamente al equipo y fue undécimo. Si embargo, cada vez que ha tenido un proyecto que mimar desde pretemporada, la moneda salió de cara. 

La leyenda

En el antiguo Madrigal, hoy Estadio de La Cerámica, forjó esa leyenda. Don Manuel llegó con el estigma de que dejaba 'caer' a sus plantillas con el paso del tiempo. Sus tres últimos proyectos antes de cruzar el Atlántico rumbo a Vila-Real así lo denotaban: ganó el campeonato en Ecuador con el Liga de Quito en 1999, pero en 2000 fue destituido a mitad de temporada; volvió a ganar en Argentina con San Lorenzo (2001), pero en el Apertura ya fue cuarto y undécimo en 2002: no renovó; y repitió éxito con River Plate: tercero en 2002, campeón del Clausura en 2003… e inmediatamente cayó al octavo lugar apenas unos meses después. 

En Villarreal por fin consiguió que sus proyectos tuvieran continuidad y aguantasen en lo alto. Nada más aterrizar, reventó la banca llevando a aquel bloque ya legendario en Castellón (Reina, Arruabarrena, Riquelme, Senna, Forlán…) al tercer puesto contra todo pronóstico. Fue séptimo al curso siguiente -su peor clasificación en España y rozó la gloria con el segundo puesto de la 07-08 (se añadieron los Capdevila, Godín, Cazorla, Pires, Nihat…). Salió del Madrigal con 190 partidos de Liga, 91 victorias, 49 empates y 50 derrotas. 

El Real Madrid echó sus tentáculos sobre el 'profesor' al año siguiente… y cuajó un campeonato excepcional, con 96 puntos (31 victorias, tres empates y sólo cuatro derrotas), pero la potencia del Barça de Guardiola (99 puntos) y la eliminación copera ante el Alcorcón, con el 4-0 en contra de la ida, pesó mucho en su salida tras solo una temporada. Málaga fue su siguiente destino: tomó el relevo de Jesualdo en la 10-11 y, tras planificar la 11-12 a conciencia, logró meter a los andaluces en Champions. Los Caballero, Demichelis, Isco, de nuevo Cazorla, Eliseo, Joaquín y compañía hicieron historia de la mano de Pellegrini, que puso rumbo al City tras un sexto puesto con el conjunto 'boquerón' en la 12-13. 

Su fichaje por el Betis en verano de 2020 parecía una mala operación tras su mala experiencia en el West Ham (10º puesto y destitución en 2019), pero volvió a meter energía en un equipo que el año anterior había coqueteado con los puestos de descenso… y con apenas dos retoques terminó en puestos europeos. Los verdiblancos ya no se han bajado del carro: sextos en el primer curso del chileno, quintos al año siguiente, sextos el pasado… y ahora, con 55 puntos (uno de ventaja sobre la Real Sociedad), se agarran a esa última plaza de la Liga Europa con siete de ventaja sobre Valencia y Villarreal.