El conflicto de Ecuador con billete de ida y vuelta

J. Benito Iglesias
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Juan Carlos Álvarez, empresario aguilarense desde Guayaquil, y la ecuatoriana residente en Palencia Diana Guaranda confían en el presidente Noboa para erradicar el poder de los narcos que lastra al país

El conflicto de Ecuador con billete de ida y vuelta

Ecuador vive desde el lunes una ola de terror con la detención por parte de las Fuerzas Armadas de 329 presuntos terroristas vinculados con organizaciones criminales que controlan el narcotráfico. El conflicto armado interno por la violencia desencadenada ha llevado a Daniel Noboa, presidente ecuatoriano, a declarar el estado de excepción con toque de queda. Asimismo, el Ejército ha rescatado a 41 personas secuestradas y recapturado a 25 presos que se habían fugado de distintas cárceles. Todo ello en más de 280 operaciones militares con 22.400 efectivos desplegados tras la fuga en un traslado de una prisión a otra del líder del clan de narcos Los Choneros, Adolfo Macías, alias Fito. Al menos diez personas han muerto desde el lunes -y la cifra total se sitúa en 50 por todo el país-, entre ellas dos policías. Cerca de medio centenar de ecuatorianos han sido secuestrados y hay decenas de detenidos, entre ellos los asaltantes del canal TC Televisión el lunes.

En uno de los epicentros del conflicto, en Guayaquil, se encuentra Juan Carlos Álvarez, empresario de Aguilar de Campoo en Ecuador desde hace cinco años. «Como el trabajo se ha parado un tanto aquí iremos hacia otra ciudad, Salinas, por la costa. Históricamente Ecuador tiene una población muy reivindicativa en lo social y en lo político y tiende a tomar las calles en los últimos años. En varios viajes ya he vivido tres estados de excepción con tres presidentes diferentes, por subida de combustibles, las protestas de grupos indígenas o, como en este último caso, a causa del narcotráfico. Ahora el presidente Noboa ha decidido utilizar todos los recursos militares y policiales contra estos grupos, a los que considera terroristas, y esto les ha enfurecido. Al igual que ya ocurrió con el narco Pablo Escolar en Colombia, siguen controlando el negocio desde las cárceles, y para presionar al Gobierno, los cárteles trasladan el problema a las calles, pidiendo para financiarse un impuesto que aquí llaman vacuna, quitando parte de sus ganancias a los ciudadanos ecuatorianos», explica.

El empresario palentino -que diseña proyectos de potenciación turística de municipios y también se dedica a través de una empresa española a la venta de drones militares y de vigilancia- señala que hay al menos 27 bandas vinculadas al narcotráfico que tratan de sembrar el caos en Ecuador. «Los narcos utilizan a jóvenes, incluso menores, que son los que asaltaron el pasado lunes el canal de televisión TC. También se ha asesinado a sangre fría a varios funcionarios de prisiones».

El conflicto de Ecuador con billete de ida y vuelta El conflicto de Ecuador con billete de ida y vuelta - Foto: Óscar NavarroSobre su situación tras el conflicto apunta que «se encuentra bien» y sabe «moverse por el país», a lo que añade que  hasta febrero no volverá a España «salvo que pase algo muy gordo». «Nos desplazamos con Uber o en nuestros vehículos, evitando zonas inseguras y con todas las precauciones posibles para que no nos pase nada. Conozco a mucha gente ecuatoriana que lleva años queriendo ir a España por la inseguridad en el país pero se dan muy pocos visados», desgrana.

preocupación desde palencia. La ecuatoriana Diana Elizabeth Guaranda Vera, nativa de la zona costera de Guayaquil,  lleva dos décadas en Palencia y forma parte de una comunidad integrada por 239 compatriotas -con datos del INE de 2023- repartidos en la capital y provincia. «Tengo a toda mi familia allí y ahora mismo, por lo que me cuentan, la situación es delicada, ya que lo que está pasando es muy triste, terrorífico y devastador. La declaración del estado de excepción preocupa porque el tema del narcotráfico y la delincuencia están muy avanzados y son un problema muy serio», manifiesta.

Respecto a la respuesta que está dando el nuevo presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, confía en que se pueda recobrar la normalidad en el país cuanto antes. «Espero que todo salga bien y que salga victorioso con las medidas que está llevando a cabo. Estuve hace apenas dos años en Ecuador y las bandas criminales llevan tiempo sembrando el terror», concreta.

Diana Elizabeth -que trabajó en la pastelería Polo y desde hace siete años regenta la tienda de costura y venta y reparación de ropa Creaciones Diana en la calle Marqués de Albaida de la ciudad- no descarta la posibilidad de reagrupar en tierras palentinas a parte de su familia ecuatoriana si la situación se agrava. «Lo he intentado en varias ocasiones. Últimamente mi madre tuvo alguna amenaza en forma de cobro de una  vacuna, una especie de impuesto que reclaman las bandas de delincuentes. Mi hermana tiene una clínica veterinaria y mis hermanos trabajan en el sector del hierro. Al final no pasó nada pero se busca asustar y amedentrar a la población», narra.

Sobre el futuro de su país, no lo ve nada claro, aunque su familia no reside en la zona más conflictiva. «Los delincuentes llegan a todos los lados y es increíble lo que está pasando», asevera. En torno a los comentarios que le trasladan sus compatriotas es clara. «Todos lo vivimos con preocupación y tristeza y prácticamente es como si se hubiera declarado una guerra. No se puede salir a la calle porque hay riesgo de morir. Los presidentes anteriores  a Noboa más bien parece que apoyaron al narcotráfico. No ayuda que al norte esté Colombia y al sur Perú, al tratarse de los paísses con las zonas de mayor producción de droga», concluye.