Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Destroyer

14/09/2023

La identidad social del judío polaco Tajfel, es la pertenencia engranada a un grupo social. Filosóficamente se basa en Spengler, el omnipresente Karl Smith, en el ruso Alexander Duguin y en Willinger en la praxis. El signo principal de identidad nacional es la lengua. La situación del idioma español es inmejorable con casi 600 millones de hispanoparlantes, tras el inglés, chino e hindú.

Esa situación idiomática surge de un 'locus' geográfico, de sus culturas, avatares, religiones, se cultiva y fomenta. César Antonio Molina, cuando fue ministro de Cultura, lo vio con claridad y expandió el Instituto Cervantes creando 28 sedes en el extranjero, que Sánchez, como es habitual, destroza abrazando un comunismo y socialismo carca. Piensa que la identidad española se debe destruir. Y para eso deja sin medios económicos las sedes del Cervantes y abre embajadas al independentismo catalán.

Un artículo decía: "Sánchez, eres uno de ellos", refiriéndose a él como principal promotor independentista, que nos hace creer que en su presidencia no permitirá el Referendum catalán; pero la supresión del castellano camina contra el fomento de las lenguas autóctonas: catalán, mallorquín, vasco, gallego, valenciano, panocho…

Se promueve los traductores, se limitan al 25 % los lenguajes autónomos en la escuela, se elimina la Fiesta Nacional, los toros, tergiversando lo popular y contraponiéndoles a los grupos animalistas; se suprimen sedes cervantinas, evitando la expansión de nuestra esencia identitaria, el concepto de patria, bandera, cuerpos de seguridad del estado, fomentando las policías autonómicas. Todas estas voluntades son ramas del tronco principal que mantiene la unidad e identidad de España. Le da igual el aspecto disglósico del lenguaje o los modelos diacrónicos de sus usuarios, contra la opinión de Rafael Lluís Ninyoles, Aracil y toda una escuela de lingüistas marxistas.

Pérez Reverte dice que Sánchez es un 'killer, asesino-matador', como Putin, pero yo le veo 'killer eliminador', un destroyer, que suprime sin dejar rastro una cultura.

Dice con razón Eslava Galán, que dentro de 50 años Europa será islámica, lo sembramos.