El curso de Español como Lengua Extranjera consolida sus objetivos

Noelia Tadeo
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Las actividades se centraron en reflexionar sobre cómo acercarse a la enseñanza del idioma desde diferentes puntos de vista, como la metodología, la didáctica y la tecnología en clase

La ponencia El aducto y su tratamiento en la clase de ELE: metodología para trabajar la comprensión oral y escrita fue el colofón de la tercera edición del curso Iniciación a la metodología del Español como Lengua Extranjera (ELE) que organiza el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua junto con el Instituto Cervantes en el Centro Cultural Lecrác.
El objetivo del curso es acercarse a la enseñanza del español desde diferentes aspectos. Además, pretende reflexionar a la hora de mejorar el aprendizaje, la metodología, los materiales didácticos, los aspectos curriculares, el componente cultural o el uso de las tecnologías en el aula.
A través de las jornadas, de cuatro días de duración, los alumnos participantes adquieren «una experiencia bastante provechosa que les ayuda a abrirse puertas en el mercado laboral», según comentó Ana María Aguilar, profesora del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Burgos. 
«Se trata de una buena oportunidad para formar a los profesores que se quieren dedicar a ello, sobre todo en el extranjero», añadió la profesora. 
Asimismo, debido a que las ponencias se han centrado más en la práctica que en la teoría se convierte en una herramienta de utilidad para los interesados en la enseñanza del español como lengua extranjera. 
Las actividades desarrolladas se centraron en el análisis de textos «para ver en grupos reducidos si después serán efectivos en una clase y reflexionar en común sobre los conocimientos que se supone que tiene el alumno», según expresó Cristina Gómez, representante del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.
El número de alumnos en esta edición fue de diez, menor que en otras ocasiones y debido, según Ana María Aguilar, «al cambio de fecha». 
En ediciones anteriores se realizaba en el mes de noviembre, «pero ahora al ser en julio y pillar en plenas vacaciones se anima a venir menos gente», añadió la profesora. 
Esto facilitó el trabajo en grupos reducidos, que según los alumnos les beneficia a la hora de poder realizar las actividades en común. «Estamos más en familia»,  aclaró Cristina Gómez.
El Instituto Cervantes entregará, después de finalizar el curso, títulos oficiales a los participantes que hayan cumplido con los requisitos establecidos antes de su comienzo. 
Para Ana María Aguilar la obtención del título «se ha convertido en un reclamo unido a la gran labor de difusión del Instituto de la Lengua».