Dormir: ¿placer o pesadilla?

Almudena Álvarez (EFE)
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El año pasado 1.411 pacientes pasaron por la consulta del sueño del Caupa, donde se realizaron 412 estudios y en el 87,8 por ciento se confirmó un diagnóstico de apnea, según los datos aportados

Dormir: ¿placer o pesadilla?

Dormir bien es esencial para la salud y la calidad de vida. Sin embargo, hay muchas personas que no duermen lo suficiente o de forma adecuada porque sufren apnea del sueño, un trastorno silencioso que solo se trata en la cuarta parte de los casos.

Tal y como recoge la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), un 30 por ciento de la población padece algún tipo de trastorno del sueño y la apnea obstructiva del sueño (AOS) es uno de los más prevalentes.

Pese a ello, la mayor parte de los casos están sin diagnosticar. «Todos los estudios que se hacen reflejan que hay un infradiagnóstico de este trastorno», explica a EFE la doctora Andrea Crespo, especialista en medicina del sueño en el Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa).

Dormir: ¿placer o pesadilla?Dormir: ¿placer o pesadilla?«Lo que estamos diagnosticando actualmente es solo la punta del iceberg», añade Esther Alonso, coordinadora de la Unidad del Sueño en el mismo hospital.

Y es que, aunque la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) sea una patología muy frecuente, y en España en torno a dos millones de personas puedan padecerla según datos recogidos por la Separ, lo cierto es que la mayor parte de los casos no aflora.

De hecho, apenas un 25 por ciento de las personas que padecen este trastorno siguen un tratamiento a pesar de ser crónico y tener importantes consecuencias para la salud y la calidad de vida como excesiva somnolencia diurna, incremento de la incidencia en accidentes de tráfico y laborables, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, ictus o deterioro cognitivo.

Dormir: ¿placer o pesadilla?Dormir: ¿placer o pesadilla?Como explican las dos neumólogas del Caupa, «tener una apnea es dejar de respirar», la respiración se interrumpe durante el sueño más de diez segundos y se produce una caída de la saturación de oxígeno, provocando despertares nocturnos.

Es, además, una patología muy prevalente que afecta más a hombres (12 por ciento) que a mujeres (6 por ciento), también se da en los niños y en los últimos años está aumentando en todo el mundo debido a factores como la obesidad y el envejecimiento de la población. Aunque se trata de un desajuste muy frecuente, no todos los hospitales de España tienen una unidad específica para al diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño.

SERVICIO. En Castilla y León solo el de Palencia y el Clínico de Valladolid cuentan con este servicio, que además ha sido acreditado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica con el grado de excelencia a nivel nacional. «Esta acreditación refleja la calidad con la que trabajamos en esta unidad, las pruebas que se hacen y el nivel de investigación y docencia que mantenemos», precisa a EFE Andrea Crespo.

Tan solo el año pasado, 1.411 pacientes pasaron por la consulta del sueño de Palencia, donde se realizaron 412 estudios y en el 87,8 por ciento se confirmó un diagnóstico de apnea.

«Sin embargo, el número de pacientes que padecen esta patología es previsiblemente mucho mayor, ya que se estima que hay un elevado número sin diagnosticar», insiste la doctora Alonso Sastre, responsable de la Unidad desde 2009.

A pesar de que siga existiendo un infradiagnóstico de los casos, lo cierto es que unidades especializadas como la de Palencia cada vez reciben más peticiones que llegan desde todas las especialidades médicas, pero sobre todo desde Atención Primaria. «El grueso de los pacientes llega desde Atención Primaria. Vienen acompañados por sus parejas, algunos preocupados porque roncan, otros desesperados porque no descansan», apuntan las especialistas.

En muchos casos son personas que acuden mucho a la consulta del médico por problemas de sueño, disnea, fatiga, arritmias, hipertensión arterial, obesidad...

Por esta razón, ambas creen que los médicos de Atención Primaria podrían contribuir a mejorar el diagnóstico de este trastorno, sin necesidad de tener que derivar a los pacientes a un especialista.

«Es fundamental un diagnóstico precoz y la Atención Primaria es el primer eslabón. Sería como vacunar a una persona porque se estaría evitando una enfermedad más grave», asegura Crespo.

«Es medicina preventiva en mayúsculas», añade Alonso. Sin olvidar el ahorro que supone esto en el gasto sanitario, ya que «hay estudios que confirman que tratando los problemas del sueño se previenen muchas otras patologías que aumentan la demanda en Atención Primaria».

Estudio clínico premiado. En esta linea, el médico residente Javier Sánchez (Hospital Río Carrión) ha realizado un estudio para mejorar el diagnóstico de pacientes con alta probabilidad de sufrir apnea obstructiva del sueño, que ha sido premiado recientemente por la Sociedad Castellanoleonesa y Cántabra de Patología Respiratoria.

El objetivo del estudio fue implementar una nueva estrategia de actuación conjunta con los médicos de Atención Primaria, para que ellos puedan diagnosticar a los pacientes con alta probabilidad de sufrir apnea obstructiva del sueño.

«Dormir bien es muy importante y diagnosticar un problema es fundamental para mejorar la calidad de vida», asegura Sánchez. 

La apnea del sueño «es la patología más prevalente que no es diagnosticada por Atención Primaria y tiene que hacerlo un neumólogo», lo que provoca largas listas de espera en los hospitales (dos años en Valladolid o seis meses en Palencia) y un volumen de pacientes «inasumible» que podría solucionarse con Atención Primaria.

El estudio, en el que participan la Unidad del Sueño de Palencia, el centro de salud de Eras del Bosque de la capital y Esteve Teijín, empresa adjudicataria del servicio de terapias respiratorias domiciliarias en Palencia, se desarrollará en el centro de salud durante el período de un año.

Durante este tiempo los profesionales de Atención Primaria dispondrán de un equipo simplificado que el paciente utiliza en casa mientras duerme y de cuyo análisis automático se extraerá un diagnóstico, para derivarlo de forma preferente a la Unidad del Sueño e iniciar lo antes posible el tratamiento adecuado, reduciendo así tiempos y listas de espera.

Los resultados se analizarán, y si la práctica clínica demuestra su eficacia podría replicarse en otras áreas de salud de España. «En Burgos ya han mostrado interés en nuestro proyecto», señala satisfecho Javier Sánchez.