La trigésimo sexta edición del Aguilar Film Festival comienza con la inauguración del certamen en el Espacio Cultural Cine Amor y la entrega de los premios Águila de Oro y Águila de Oro de Castilla y León al actor Pepe Viyuela y a la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), respectivamente. De esta forma, el AFF da el pistoletazo de salida a un evento que se extenderá hasta el próximo 8 de diciembre y volverá a convertir a la localidad palentina en centro de la actividad cultural al exhibir los mejores cortometrajes y ser también punto de encuentro para los profesionales del sector audiovisual.
La gala, presentada por el periodista Julio César Izquierdo y por Rebeca Ramos -vecina de Aguilar y actriz amateur en el grupo Altruria Teatro- sirve para presentar una programación que incluye la proyección de más de 230 trabajos y que permitirá al público disfrutar de casi 60 horas de cine.
Asimismo, el acto de apertura del 36 Aguilar Film Festival incluye el reconocimiento a uno de los actores más polifacéticos y queridos de nuestro país. Pepe Viyuela, cuya primera aparición en la gran pantalla vino de la mano de Julio Médem, en el largometraje Tierra (1995), adquirió mayor fama tras colaborar con Javier Fesser en la inolvidable El milagro de P. Tinto, un trabajo que tendría continuidad con La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003) y con el cortometraje La cabina (2005). Su filmografía posterior incluye películas como Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la tierra (2008), de Miguel Bardem; Marcelino, el mejor payaso del mundo (2020), de Germán Roda; García y García (2021), de Ana Murugarren o La familia Benetón (2024), de Joaquín Mazón.
En lo que al cortometraje se refiere, además del ya citado La cabina, ha participado en producciones como Nadie, un cuento de invierno (2000), de Manuel Martín Cuenca; De Kuleshov a Berlanga (2004), de Guillermo García Ramos; Clóset (2014) de Rakesh B. Narwani; Tú o yo (2014), de Javier Marco o Un equipo (2017), de Manuel Ollero, entre otras. Dos de ellos (Tú o yo y Clóset) se proyectarán en la gala de inauguración.
Sin embargo, si hay un medio que le ha otorgado una enorme popularidad ha sido la televisión. Entre sus primeras apariciones en la pequeña pantalla hay algunas tan recordadas como las que protagonizó en el concurso Un, dos, tres… responda otra vez, en los años noventa del siglo pasado. Como intérprete en series, su mayor éxito lo alcanzó con la recordada Aída (2005-2014), en la que daba vida al tendero Chema Martínez, una interpretación que le proporcionó el premio de la Unión de Actores en 2008 y el premio Ondas en 2013. Más recientemente ha trabajado en otras series como Olmos y Robles (2015-2016), Matadero (2019) o La caza: Guadiana (2023).
En el teatro, su periplo ha sido igualmente exitoso, con destacadas interpretaciones en montajes como Androcles y el León (1999), Rómulo el grande (2005), El pisito (2009), El baile (2013), Rinoceronte (2016), por el que obtuvo el premio Max a mejor actor protagonista, Encerrona (2016), El silencio de Elvis (2019), Esperando a Godot (2020) o Tartufo (2021).
Menos conocida, pero también interesante, resulta su faceta como escritor de novela y poesía, y la que no ha abandonado nunca es su labor como payyaso y humorista, con la que comenzó a abrirse camino en programas de televisión. Por este motivo, ha formado parte de la directiva de la ONG Payasos Sin Fronteras y ha actuado con espectáculos humorísticos en diversas zonas en conflicto, como Palestina, Irak o Kosovo.
Asimismo, el Aguilar Film Festival sigue adelante en su apuesta por reconocer el cine y a los cineastas vinculados a la región. De esta forma, la cita concede el premio Águila de Oro de Castilla y León a la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Smeinci), uno de los certámenes cinematográficos más importantes de nuestro país, que recoge su director, José Luis Cienfiegos.
Con este galardón, el AFF ensalza la labor realizada por su hermano mayor a lo largo de las últimas décadas. Y es que, la Seminci, que nació en 1956 como una muestra de cine religioso y valores humanos, ha evolucionado con el paso de los años dando cabida a una programación arriesgada, hasta convertirse en una ventana a la riqueza cultural que se desarrollaba fuera de España durante los años de la dictadura franquista. Así, los espectadores que acudían a la Seminci podían contemplar filmes de Bergman, Wilder, Kurosawa, Bresson, Welles, Wajda, Oliveira, Fellini o Pollack, entre otros, en los que se recogían estilos narrativos y mensajes muy diferentes a los que imperaban en las carteleras comerciales.
En décadas posteriores, la Seminci siguió evolucionando hasta convertirse en un referente del cine independiente a nivel europeo. Así, Valladolid fue la puerta de entrada en nuestro país de autores como Atom Egoya, Abbas Kiarostami, Nanni Moretti, Jean-Pierre y Luc Dardenne, Michael Haneke, Lars von Trier o Ken Loach, entre otros muchos.