José María Nieto Vigil

Sin Perdón

José María Nieto Vigil


Virgen del Rocío

14/04/2023

Muchos dirán que no hay que dar importancia a las cosas, que dejemos pasar lo ocurrido y no levantar más polvareda, que vivimos en una sociedad pluricultural democrática y, como ha declarado la impresentable alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, «es una cuestión de libertad de expresión». Me niego a tragar y olvidarme del asunto, me opongo a guardar un recogido silencio y, por descontado, a no manifestarme abiertamente contra la vergonzosa parodia, programada en plena Semana Santa, emitida por TV3, operado por Televisión de Cataluña, cuyo propietario es la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. 
El programa en cuestión, 'Está passant', dirigido por dos sujetos carentes de talante, Tony Soler y Jair Domínguez, fueron los directores de escena de la vejatoria bufonada. La intérprete, sin talento y gracia ninguna, Judit Martín, compareció ante los espectadores disfrazada de la Virgen del Rocío, llevando entre sus manos a un muñeco que representaba al Niño Jesús. No había broma, ni rechifla, había pitorreo, befa y auténtico escarnio de ambas imágenes ridiculizadas. Pero ahí no terminó la payasada, ni la tontería, los diálogos entre los clones protagonistas, buscaban el escarnio, el pitorreo y el ludibrio. No había más finalidad que causar el desprecio y la humillación de los creyentes católicos, con el agravante de ser escenificados en plena Semana Grande de la Iglesia católica. No hay disculpa que valga, menos aún extravagantes justificaciones injustificadas.
El guión interpretado por los tristes humoristas - más auténticos payasos- alcanzó niveles de indecencia, maledicencia e intolerancia insoportable. El coloquio giró alrededor de la vida sexual de la Virgen, amén de otras perlas. Más allá de mi personal valoración, también la de millones de cristianos agraviados, se constata un presunto delito de escarnio. 
No se trata de imponer un régimen de censura, tampoco de cercenar la libertad de expresión, es una cuestión de extrema gravedad que debe dirimirse en los tribunales de justicia. El ateísmo anticlerical anticristiano no puede abrirse paso sin recibir una respuesta.