Las dos copas del doblete de la temporada 2008-09 (la liguera y la copera) recibían a los espectadores que acudieron al pabellón a presenciar el encuentro entre los componentes de aquel legendario equipo del Faymasa Palencia (el actual Chocolates Trapa) y los veteranos del Valladolid. Metros después, un photocall en el que se podía inmortalizar junto a los héroes de aquel ascenso a Leb-Oro, camisetas con el slogan El sueño que nos unió. La puesta en escena fue la ideal para rememorar aquel 1 de mayo de 2009 en el que se alcanzó una gran gesta no sólo en el baloncesto provincial, sino en el deporte palentino.
Otra cosa fue lo que se vivió en el campo, escaso número de espectadores al margen (mucho menos de lo que merecía la ocasión). Se dice aquello de no pesan los años, sino los kilos. No es del todo cierto, pesa todo, hasta la publicidad de la camiseta (por cierto, la de ambos equipos de Chocolates Trapa).
Valladolid tenía más centímetros y más jugadores (con el palentino Miguel Ángel Reyes como torre), pero también mucho más años y más kilos, bastantes más.
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