La despedida de un alcalde

Carlos H. Sanz
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Mario Simón puso ayer fin a cuatro años como regidor de la capital. Hoy, como es tradición, asistirá a la toma de posesión de la nueva Corporación y el lunes se reincorporará a su trabajo en una entidad bancaria

La despedida de un alcalde - Foto: Sara Muniosguren

El de ayer comenzó como un día normal para Mario Simón, como uno más de sus últimos cuatro años. A las 8,15 horas estaba ya en su despacho del número 1 de la plaza Mayor para firmar las últimas resoluciones de su mandato -técnicamente, sigue siendo alcalde hasta las 12 horas de hoy- y atender a los medios de comunicación.

Hubiese sido una mañana de lo más normal si no fuese por el hecho de que era la última que pasó en ese despacho siendo alcalde, aunque la excepcionalidad del momento no le apartó -no lo ha hecho nunca este mandato- de sus cometidos. 

De hecho, hasta ofició su última boda «con mucha ilusión». Rubén y Ana podrán contar siempre a modo de anécdota que cuando ellos comenzaron su vida en común terminó la del alcalde que les casó.

La despedida de un alcaldeLa despedida de un alcaldeConcienzudo y ordenado hasta el último día, Mario Simón lleva días adelantando el traspaso de poderes, ordenando expedientes y dejando sobre la larga mesa de madera noble del despacho de Alcaldía multitud de carpetas con los temas prioritarios para el nuevo equipo de Gobierno. La próxima alcaldesa, Miriam Andrés, fue una de las pocas personas que pasaron ayer por su despacho. «La he dado la enhorabuena y me he puesto a su disposición para organizar con su equipo el traspaso», comenta. 

No hubo tiempo para más reuniones porque también tocaba preparar los últimos detalles del pleno de constitución del nuevo Ayuntamiento de hoy, y dar las órdenes al servicio de Informática para proceder a borrar su perfil de los ordenadores y asegurar la confidencialidad de toda la información personal de estos años.

A eso de las 11,45 horas se desplazó hasta el Teatro Principal para participar en la Jornada Timmis de Impulso al Emprendimiento y, después, regresó al Ayuntamiento para seguir ordenando papeles. «Me parece que me va a tocar volver esta tarde», reconocía a la hora de comer. 

Hace unos días, envió a todos los trabajadores municipales una carta, así que las despedidas en el día de ayer quedaron restringidas al personal con el que más contacto ha mantenido estos años, los que están más cerca de él, como Mayka García, la secretaria de Alcaldía. 

«Siempre he tenido muy claro que la política es algo temporal. El lunes me reincorporo a mi trabajo en la oficina bancaria de la plaza de España y me llevo la satisfacción de haber hecho todo lo que he podido y el convencimiento de que este mandato ha dado buenos resultados porque quien venga accederá a un Ayuntamiento más ordenado y reforzado. Estaré a disposición de Miriam Andrés para todo lo que necesite porque será en beneficio de la ciudad. Les deseo mucha suerte y creo que lo van a hacer bien», sentenció Mario Simón. Las últimas palabras de quien a partir de hoy dejará de ser alcalde y se convertirá en un ciudadano más.

El desgaste de cuatro años como alcalde

Casi cuatro años separan estas dos fotografías. El de la izquierda es el Mario Simón que a sus 41 años acaba de tomar posesión como alcalde de la ciudad. La imagen está tomada en su despacho, dos días después de jurar el cargo y antes de saber que se iba a enfrentar a un complicado mandato con una pandemia de por medio. El de la derecha está a solo unas horas de cerrar la puerta del que ha sido su despacho sus últimos cuatro años. En su rostro se puede observa perfectamente cómo la responsabilidad y el tiempo hacen mella a quien ejerce el máximo cargo de la ciudad. / óscar navarro y sara muniosguren