Los niños centran todas las miradas

César Ceinos
-

El carro triunfante recorre el centro de Palencia entre pétalos, altares y las cámaras de los móviles para recordar la procesión

Los niños centran todas las miradas - Foto: Óscar Navarro

Los niños que recibieron recientemente la Primera Comunión en la capital volvieron a vestirse de gala para desfilar en la procesión del Corpus. Era un día marcado en rojo por muchos de sus familiares, que no quisieron perder la oportunidad de inmortalizarles en fotos. En cambio, ellos, quizá nerviosos por ser el centro de todas las miradas, preferían comentar alguna cosilla-por lo bajo, claro- con sus compañeros para evitar que los catequistas o los sacerdotes les mandaran callar y prestar atención al desfile. Pero, en algunos casos, los mayores fueron insistentes y acabaron mirando a la cámara. Y, probablemente, esa imagen acabará en algún chat de Whatsapp de la familia.

Desde el primer momento se pudo comprobar que los jóvenes iban a tener un protagonismo especial en la fiesta de Palencia. En la homilía de la misa que se celebró en la catedral, el obispo, Manuel Herrero, dialogó con tres niños y en el acto de la consagración, un grupo de jóvenes accedió al altar para iluminarlo con velas. Fue, sin duda, una de las grandes novedades de la jornada, según explicaron desde la diócesis.

El tañido de las campanas anunció el inicio de una procesión que abrieron los cabezudos y la música tradicional de la dulzaina y la percusión. Posteriormente fue el turno de las cofradías, hermandades y otras entidades religiosas, que portaron sus estandartes y pendones. La Vera Cruz, por su parte, también aportó la música de su agrupación, que complementó la labor de la banda municipal, que cerraba la comitiva. Como es habitual en el Corpus, el carro triunfante, que llevó la custodia por el centro de la ciudad, hizo parada en todos los altares para que los devotos lanzaran los pétalos al aire que dieron el toque de color a la jornada.

El obispo dio por concluida la procesión en la puerta de los novios de la seo gritando ¡viva Jesús sacramentado!, ¡viva San Antolín! y ¡viva Palencia! Pero antes de guardar el carro, los niños, en su día, pudieron tirar los últimos pétalos.