Tecnología solidaria

César Ceinos
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Alumnos de los cursos de Formación Profesional Básica del Camino de la Miranda aprenden a utilizar impresoras 3D con un proyecto educativo que hace hincapié en la Responsabilidad Social Corporativa

Varias alumnas observan la utilización de una impresora 3D - Foto: DP

Conjugar la colaboración entre centros docentes públicos y empresas u otras entidades para que tanto unos como otras vayan vinculándose y creando una transferencia de conocimientos en ambos sentidos. Ese es el objetivo del programa Aula-Empresa+ de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León en el que participa, entre otros, el Centro Integrado de Formación Camino de la Miranda de la  capital. 

Según explica el profesor JuanManuel Emperador, al calor de esta convocatoria plantearon el proyecto Hel(f)p!: Aprendizaje-Servicio y Responsabilidad Social en la Formación Profesional, que está orientado a los alumnos de los ciclos formativos de grado básico de Informática y Comunicaciones y de Transporte y Mantenimiento de Vehículos y se desarrollará hasta marzo. Por un lado, los estudiantes se adentran en la utilización de impresoras con filamento en tres dimensiones (3D) y, por otro, apoyan a entidades sociales. «Queríamos traer la impresión 3D al centro, una tecnología que cada día hay en más empresas y será el futuro, y que los alumnos conozcan la vertiente de  Responsabilidad Social de las mercantiles. No todo es ganar dinero», explica el docente.

El proyecto arrancó con las charlas de sensibilización a cargo de Guillermo Martínez Gauna-Vives, fundador y máximo responsable de la organización no gubernamental Ayúdame3D, galardonado con numerosos reconocimientos, como el Premio Fundación Princesa de Girona o el Premio de Innovación Social en el World Youth Forum de Egipto e incluido en la Lista Forbes de las 100 personas más creativas en el mundo de los negocios.

«Presentó su historia inspiradora a los estudiantes y les transmitió su visión del emprendimiento social», comenta Emperador. En esa misma jornada, un grupo de profesores recibió formación sobre el funcionamiento de las impresoras 3D para trasladar ese conocimiento a los 50 estudiantes de los ciclos de grado básico. 

Los responsables del programa eligieron estos ciclos porque están formados por un alumnado que, en muchas ocasiones, necesita una mayor motivación, aunque, en los próximos cursos, la idea es extenderlo al resto de clases del Camino de la Miranda.

No obstante, durante este año, todos los alumnos están participando en las acciones de sensibilización y concienciación. «Estamos planificando más charlas para que conozcan otras empresas relacionadas con las familias profesionales que se imparten en el centro», expone Emperador.

Siguiendo las indicaciones de Martínez, los docentes del centro de FP buscarán necesidades que puedan cubrirse con esta tecnología en Palencia. Ya están manteniendo conversaciones con algunas organizaciones para facilitarles piezas singulares que puedan ser útiles para sus usuarios. También diseñarán algunas trésdesis, unas piezas que favorecen la movilidad prensil que Ayúdame3D distribuirá entre personas con discapacidad de todo el mundo, reduciendo, de esta manera, la desigualdad a la que se enfrentan, según declaran desde el centro.

Para este proyecto, el Camino de la Miranda dispone de cuatro impresoras 3D.