Editorial

Castillos, murallas y fortificaciones, otro patrimonio a divulgar y preservar

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Proyectos como el de Amigos de los Castillos deberían contar con las bendiciones públicas

Es una máxima cierta, al menos por el alto grado de cumplimiento que encierra: conocer aquello que se tiene, dando el valor histórico, artístico o testimonial a los bienes materiales o inmateriales legados por los antepasados, conduce a tenerlos en cuenta, a apreciarlos y, finalmente, a conservarlos. Viajar a otros lugares que no sean el propio es descubrir la riqueza del pasado y del presente, en toda su diversidad, y de igual forma que ese movimiento permite maravillarse ante los palacios, los templos, los castillos o los castros ajenos, reconducir la mirada a lo nuestro hace que la visión sea verdaderamente de conjunto y que cuando el viajero llegue a estos lares, podamos mostrarle nuestro patrimonio. Y muchas veces, no es la falta de voluntad la que determina el desconocimiento o la indiferencia hacia esos vestigios tan cercanos, sino su escasa o nula divulgación, la falta de protección o el desinterés de propietarios y organismos públicos. Porque, volvemos a la idea inicial, solo lo que se conoce se ama de verdad. En ese sentido, todo proyecto de mostrar la riqueza patrimonial ha de ser bienvenido y gozar de bendiciones públicas. 

 En Palencia, hemos llegado a una especie de consenso social sobre el románico y es raro encontrar aquí a alguien que no valore la importancia de ermitas y templos y la riqueza que se concentra en el norte, sin olvidar ejemplos de otras comarcas como los hitos que jalonan el Camino de Santiago. También esta ruta -la francesa y las minoritarias-, el Canal de Castilla, las villas romanas de La Olmeda y la Tejada -la primera sobre todo- y la catedral capitalina suscitan acuerdos sobre su valor.

Y hay arquitectura tradicional de carácter urbano -calles porticadas, plazas empedradas y casonas- o rural -palomares, chozos de pastores, lavaderos-, antiguos hospitales, museos y centros temáticos que van ganando puntos en la apreciación generalizada de los palentinos. Por supuesto, castillos como los de Fuentes de Valdepero y Ampudia gozan de reconocimiento. Pero en ese ámbito de las fortalezas, murallas, torres defensivas, fosos y fortificaciones de distinta índole, existe un gran desconocimiento, que Amigos de los Castillos quiere corregir editando un  completo inventario, que referenciaría en torno a un centenar, caso de los citados y los de Belmonte, Monzón, Torremormojón, Las Cabañas de Castilla, Hornillos o Castil de Vela, las murallas de Castrillo de Onielo, Autilla del Pino, Becerril de Campos,  Capillas y Astudillo, el recinto amurallado de Paradilla del Alcor, el palacio de Altamira de Monzón, la casa fuerte de Melgar de Yuso, la torre de Villanueva de la Torre, el palacio de los Herreras de Palenzuela, la casa torre de los Velarde en Cabria o, la Casona de Villanueva, además de otros menos conocidos.