Deducir el IRPF en lugar de bonificar el carburante

J. Benito Iglesias
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Las gasolineras apelan a la vía fiscal y rechazan la posibilidad de tener que aplicar y controlar el descuento en función de la renta o por sectores profesionales al carecer de medios para ello

Deducir el IRPF en lugar de bonificar el carburante - Foto: Sara Muniosguren

Faltan solo dos semanas para concluir el año y se desconoce si el Gobierno prorrogará como ya hizo en septiembre el descuento de 20 céntimos por litro de carburante que se estableció al iniciar abril, cuando se alcanzaron precios de 1,85 euros por litro, con una tendencia al alza que parecía imparable. Actualmente el litro ronda los 1,70 euros -con pequeñas diferencias entre la gasolina y el gasóil- cifra algo más baja que cuando se estableció la ayuda. A falta de concretar si la bonificación se seguirá aplicando en 2023, las gasolineras abogan por hacer deducciones directas del IRPF con justificaciones del gasto realizado  por los conductores, en lugar de tener que aplicar ellos el descuento directamente al cliente y adelantar dinero al Estado, con lo que le causado quebrantos técnicos  y económicos que les ha deparado, aseguran

«Entendemos que con el tema de la guerra en Ucrania y su rápida repercusión, al Gobierno le pillara al principio con el pie cambiado, pero no es normal esta falta de planificación a falta de 15 días para tomar la decisión sobre el tipo de descuento que habrá ni que exista una partida al respecto en los Presupuestos Generales del Estado de 2023», lamenta a DP Rafael Pizarro, presidente de la Agrupación de Vendedores de Carburante al por menor de Castilla y León.

Aunque existan opiniones diversas, apunta que «la inmensa mayoría» de las pequeñas estaciones de servicio entiende que un sector que paga sus impuestos y cumple no tiene por qué estar adelantando dinero por la bonificación estatal. «Estamos a favor de que haya un descuento fiscal para los ciudadanos  ya que hay margen para ello y mes tras mes sube el récord de la recaudación, con un porcentaje del IVA, como consecuencia de la inflación. Lo más fácil, si lo que se que quiere es ayudar a quien más lo necesita, es que cuando el ciudadano vaya a hacer su declaración, bien se le deduzca el IRPF por el consumo de carburante realizado o bien se le ingrese el dinero que pague a mayores de la bonificación que se fije. Si se trata de personas con rentas bajas, este abono podría hacerse de forma mensual o trimestral con los justificantes que se pueden enviar poder medios telemáticos. En el caso de empresas, se podría llevar a cabo la deducción en el pago del IVA con las facturas de carburante correspondientes, ya que el abono a Hacienda se tiene que realizar trimestralmente», argumenta Rafael Pizarro.

Para los vendedores al por menor de carburante, la bonificación vía impuestos hubiera evitado a las gasolineras serios problemas económicos que aún persisten en algunas de ellas. «No es lo mismo en  verano -ya que se viaja más- que en invierno pero la media entre una gasolinera media y una pequeña el dinero adelantado al Estado mensualmente por el descuento al cliente es de unos 1.000 euros. El problema es que las devoluciones a las estaciones de servicios tardan más, y si se entiende que la declaración del carburante vendido no es adecuada, se suma un mes para reclamar. Si no se contesta y hay silencio administrativo, hay que emprender un contencioso que puede tardar mucho tiempo en resolverse para cobrar», concreta.

Otro problema para el sector de venta de combustibles fue tener que cambiar los equipos informáticos en tiempo récord en abril para aplicar la bonificación. «No se dice pero no ha salido gratis. Algunas gasolineras han tardado varios meses en poder poner en marcha los equipos y cambiar todo el software para adaptarlo como requería el Estado. Esto ha supuesto de media un gasto de 1.500 euros», dice.

un caos. En términos similares se expresa Leopoldo Herrero, presidente de la Federación de Estaciones de Servicio de Castilla y León (Fereclaes). «El sector vivió un caos cuando se puso en marcha la bonificación. Nuestra federación ha pedido a nivel nacional que se nos escuche y poder llegar a un acuerdo con lo venga a partir de enero y no ha valido de nada. Ya pedimos que se bajara el IVA al combustible que era lo más fácil y el Gobierno no está por la labor», indicó.

Lo que rechaza el sector de las gasolineras es hacer frente ahora a una diferenciación de los descuentos a quienes tengan rentas bajas o profesionales del transporte. «Eso lo tiene que realizar la administración tributaria con las pertinentes declaraciones de impuestos, ya sean personas físicas, autónomos o empresas. Estar pendientes de estas cosas sería algo irrealizable y las estaciones de servicio carecen de medios humanos y técnicos para ello», asevera.

Para Leopoldo Herrero, hasta ahora lo único que han hecho las gasolineras es poner dinero. «La adaptación de programas informáticos ya supuso un gasto elevado. Otro problema llegó cuando no se pudo aportar la declaración al Estado de la cantidad exacta de litros de carburante bonificado. Por el sistema de tramitación fijado por Hacienda, hay propietarios que tendrán que reclamar en 2023 mucho dinero adelantado, cuando el sector ya vivió momentos duros en la pandemia», concluye.

200 euros de ahorro medio este año por conductor 

El descuento de 20 céntimos por litro supondrá que los 1,6 millones de conductores que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene contabilizados en la Comunidad -de ellos 119.000 palentinos- se hayan ahorrado una media 200 euros cada uno con un montante total de 300 millones, cuando el 31 de diciembre decaiga la medida. Las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) señalan que durante los seis primeros meses con la bonificación en vigor se consumieron 162,2 millones de litros de gasolina 95 y cerca de 900 de diésel. La gran diferencia entre ambas modalidades tiene su reflejo en el ahorro estimado: unos 32,5 millones de euros en el caso de la gasolina y de 175 millones para el gasóleo. 

«No descarto que el descuento se mantenga como está ahora»

Manuel Suances, propietario de la estación de servicio familiar que lleva  su apellido en la capital, no descarta que la bonificación de 20 céntimos de euros por litro de carburante se mantenga desde el Gobierno. «Está bien que se quiera favorecer a personas desfavorecidas, pero veo imposible controlarlo. Si se habilita una tarjeta para justificarlo será complicado porque se puede pasar de padres a hijos y habrá picaresca que no podemos controlar. Presentar una declaración del IRPF en las gasolineras tampoco parece lógico y yo creo que el descuento actual se prorrogará tal y como está establecido», afirma.

Al empresario no se le olvidan los inconvenientes sufridos en los últimos meses. «Ha habido retrasos en la devolución del dinero adelantado y, aunque al final se ha cobrado, en muchos casos ha pasado más de un mes. Adaptar el sistema informático nos supuso un gasto de unos 1.000 euros y nadie nos envío información técnica de cómo había que ponerlo en marcha, con el consiguiente quebradero de cabeza», señaló.

«Algunas estaciones cerraron unos días por la adaptación informática»

Rubén Fernández, responsable comercial de la estación de servicio del grupo Agrobarcenilla, que también se dedica a la venta y suministro de gasóleo a domicilio, no quiere ni pensar en los problemas que pudiera causar un cambio en la aplicación de la actual bonificación por litro de combustible. «La experiencia fue negativa e, incluso, recuerdo como algunas gasolineras de Repsol  cerraron varios días hasta que pudieron adaptar sus sistemas informáticos al descuento fijado», expuso.

En el caso de su empresa, tener que adelantar dinero para aplicar el descuento y luego solicitarlo tampoco ha sido fácil. «Con todo lo que vendemos, que puede llegar algunos meses a 30.000 litros, a razón de unos 600 euros diarios adelantados en 30 días la cantidad llega a los 180.000 euros. Hacer ahora un descuento distinto según los ingresos que tengan los ciudadanos lo vemos totalmente inviable. El personal que dedicamos a gestionar las facturas ha tenido que multiplicar su trabajo por dos y eso causa muchos problemas», concretó.