Una mujer de nacionalidad española ha sido detenida este martes en el municipio vallisoletano de Tudela de Duero, donde agentes de la Guardia Civil han sido desplegados para desarrollar una operación antiterrorista que se mantiene abierta y sobre la que pesa una orden de secreto de sumario.
Fuentes de la investigación han confirmado a EFE que se trata de una operación en marcha desde esta mañana a primera hora y que la mujer detenida está supuestamente vinculada con el yihadismo.
En la operación han participado agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil y de la Comandancia de Valladolid, quienes han realizado varios registros en viviendas de Tudela de Duero.
La detenida comparecerá el jueves ante la Audiencia Nacional acusada de un supuesto delito de terrorismo por llevar a cabo un proceso de autoadoctrinamiento a través de las redes sociales, han informado fuentes jurídicas.
El Ayuntamiento de Tudela de Duero, sorprendido por el despliegue de una operación antiterrorista en el centro del pueblo a primera hora de la mañana, ha apelado a la tranquilidad y a la seguridad "garantizada" de los vecinos.
En un comunicado, el Ayuntamiento ha vinculado esta actuación con un operativo puesto en marcha hace meses a nivel nacional, sin que la detención de esta mujer hoy y la intervención de la Guardia Civil tenga que ver con "ninguna célula yihadista" en el pueblo.
Tras defender la seguridad del municipio, el Ayuntamiento ha pedido "dejar trabajar con tranquilidad a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".
Los vecinos de este municipio de algo más de 8.000 habitantes y ubicado a unos 15 kilómetros de la capital vallisoletana han vivido sobresaltados lo ocurrido durante la mañana, como ha explicado a EFE Teresa, una de las trabajadoras del bar Goya, quien ha reconocido su impresión al comprobar que las calles se han llenado de guardias civiles armados, lo que le ha llevado a pensar desde el principio que estaba pasando "algo gordo".
"Parecía de película, todos armados y con chalecos", ha resumido esta trabajadora, nerviosa aún por lo acontecido y por los comentarios de los clientes del bar, quienes han vivido momentos confusos por la falta de información inicial y por la cautela de los agentes a la hora de proteger una actuación que está bajo secreto de sumario.