Tabanera de Cerrato es el epicentro artístico del grupo palentino El Naán. Tras brillar en el panorama nacional e internacional con las músicas de raíz, regresan a la capital para inaugurar el Palencia Sonora en el parque del Sotillo.

¿Qué supone para un grupo palentino actuar en el Palencia Sonora? 

Es un orgullo y un honor. Hemos participado desde el principio en el Palencia Sonora, muchas veces como público y muchas otras como músicos, sobre todo al principio. Que siga existiendo una ventana tan importante en la ciudad, con unos nombres tan grandes, supone un orgullo para nosotros.

¿Qué les pone más nerviosos, actuar en grandes escenarios frente a miles de asistentes o en eventos más pequeños y humildes?

Son cosas muy diferentes. Al día siguiente de actuar en el Metropolitano ante 40.000 personas fuimos a un pueblo de León, en una ermita que tuvimos que desbrozar nosotros mismos y en la que había 15 personas. Eso a nosotros nos fascina. Nos parece una suerte porque nos ayuda a tener los pies en la tierra. Es más difícil, pero más gratificante, ya que nos permite mirar al público a los ojos. Lo otro es un estallido de adrenalina que nos encanta, pero lo que te hace enamorarte de la música es lo pequeño.

¿Cómo de importante es para ustedes la defensa de lo propio, lo local, las propias tradiciones y lo nuestro?

Nosotros tenemos una idea muy nítida de lo que es la identidad: mezcla. No creemos en la pureza. Reivindicar lo propio es reivindicar los caminos que se han ido entrelazando a lo largo de los siglos. No se puede entender la música castellana sin el influjo árabe, el poso de la cultura judía o la influencia celta. Todo eso está en nuestro ADN.

Han actuado junto a Vetusta Morla, ¿qué sintieron al compartir escenario?

Nos ha hecho sentir muy felices vernos codo a codo con grandes monstruos de la música. Además, sentimos el orgullo de llevar el nombre de Palencia por los grandes escenarios de España. No solo el nombre, sino que nosotros, humildemente, intentamos reivindicar nuestro patrimonio cultural.

¿Qué significa para El Naán la música?

La música y la poesía fueron el origen de la cultura humana, entendidas como algo sagrado para tejer una red de unión entre las personas. Cuando la música la vivimos como algo individual deja de tener la potencia y la importancia que realmente tiene, ya que sirve para trenzar las comunidades.