«La realidad es que la fauna cinegética es muy escasa»

Pablo Torres
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El delegado palentino de la Federación Regional de Caza, José de Luis Cantero, hace balance de la situación de la actividad cinegética. La media veda, que se mantuvo abierta entre el 15 de agosto y el 17 de septiembre, se saldó «de una forma floja»

«La realidad es que la fauna cinegética es muy escasa» - Foto: Sara Muniosguren

La temporada general de caza menor se extiende desde el cuarto domingo de octubre hasta el cuarto domingo de enero del próximo año. La apertura de la veda, según apunta el delegado provincial de la Federación de Caza de Castilla y León, José de Luis Cantero, está marcada por el «descenso de las capturas».

La temporada general de caza menor comenzó el pasado 22 de octubre. ¿Un inicio mejor que el del año pasado?
La caza menor en Castilla y León, desgraciadamente, no mejora. Cada vez hay menos capturas debido al descenso de la caza en el campo.

La causa principal es que la agricultura palentina se ha transformado en beneficio de los agricultores, algo que entiendo, ya que, a fin de cuentas, son los que viven de ello. Estas prácticas agrícolas son las que están propiciando una disminución, lenta pero progresiva, de la caza menor en la provincia.

Las altas temperaturas en septiembre y octubre, ¿han perjudicado el inicio de la temporada?
La climatología extrema, ya sean temperaturas altas como bajas, siempre perjudica a la actividad. Este año, el exceso de calor ha dificultado la cría de muchas especies. Sin embargo, este no es el factor principal, sino uno más de los muchos existentes. 

¿Está la veda abierta en todos los cotos?
Por ley sí se ha abierto en todos. No obstante, en muchos de ellos, ante la perspectiva de la baja caza, se ha decidido retrasar la apertura de forma voluntaria. Es lo mismo que ocurrió el año pasado.

¿Qué zona de la provincia considera que es la mejor para cazar?
Tradicionalmente, la región más perdicera siempre ha sido el Cerrato. Sin embargo, los cazadores de esa zona se están quejando del escaso número de capturas, pese a estar haciendo un esfuerzo por regular su actividad: abren la veda más tarde, modifican los horarios de caza, cambian los días, etc. Ellos mismos son conscientes de que la situación es muy mala, así que lo poco que hay lo tienen que administrar. O lo hacemos así o esto se acaba, y eso que antes era un auténtico placer cazar allí.

Actualmente, ¿cuáles son las especies que más abundan para los cazadores?
En algunas zonas lo que más abunda son los conejos, porque las perdices, desgraciadamente, no están en exceso en ningún sitio. Las liebres son otra especie que escasea mucho para la caza.

¿A qué atribuye este descenso?
La causa principal es la concentración parcelaria. Se hicieron grandes extensiones y se llevaron a cabo actuaciones en las que, entre otras cosas, se limpiaron arroyos y se levantaron viñedos. Cabe señalar que estas plantaciones, por ejemplo, eran en su día magníficas para guarnecer a especies como la perdiz y la liebre. Por otro lado, está el empleo masivo de herbicidas. Todos los que estamos relacionados con la agricultura y la caza sabemos que son veneno puro para los animales. Por último, está el uso de una maquinaria agrícola poderosísima, que es muy buena para rentabilizar las tierras porque permite una cosecha rápida, pero que, cuando levanta la paja, hace que el campo se quede como una  estepa. 

Como cazador, entiendo que los propietarios de las fincas busquen obtener la mayor rentabilidad. Ahora bien, la realidad es que la fauna cinegética de Castilla y León es muy escasa. La naturaleza es sabia y puede que se vuelva a recuperar, pero yo veo muy difícil que se pueda revertir la situación.

¿Cómo se saldó el periodo de media veda?
Se saldó de una forma muy floja, aunque ha habido excepciones.

El cupo máximo para la caza está en 25 codornices por cazador y día. Antes era relativamente sencillo alcanzar esta cifra; ahora, la gente, caza entre tres y seis y ya se marcha a su casa.

¿Qué reclamaciones hace para el colectivo de los calazores?
A los cazadores lo que nos gustaría es que la administración, que tiene muy bien escrito el manual de buenas prácticas agrícolas, exigiera su cumplimiento.

¿Cree que las medidas adoptadas por las administraciones se ajustan a las necesidades reales de la actividad cinegética?
Las directrices, en general, sí que se ajustan a las necesidades y vienen bien emanadas, aunque hay excepciones, como la actual situación de la caza del lobo. Esto es algo verdaderamente pernicioso que no podemos aceptar. Veo bien que se limite su caza, pero prohibirla totalmente como lo han hecho perjudica a los ganaderos. 

Su limitación era una de las cosas que estaba haciendo bien la delegación de la Junta. Antes se marcaba un cupo de 28 lobos, siendo Palencia la segunda provincia que más permisos tenía en la región después de Zamora. Muchos años, se cerraba la veda y había que mandar a los celadores a saldar la diferencia entre los que ya se habían cazado y los 28.