La marca de garantía Fabiola de Palencia renovará su carta de presentación de cara al consumidor, o al menos esa es la intención de los panaderos que forman parte de ella a falta del visto bueno de la empresa que la audita. En concreto, y según ha podido saber Diario Palentino, la idea que cobra más fuerza es la de sustituir la actual vitola negra con sello morado por un fajín a modo de media bolsa de papel.
Y es que el actual sistema supone una carga de trabajo a mayores para los productores, que deben colocar el distintivo uno a uno en cada una de las fabiolas, lo que se traduce también en una inversión de tiempo a mayores en la media docena de obradores de la provincia que integran este marchamo de calidad.
Lo que se mantendrá, sea cual sea la fórmula por la que finalmente se decanten los panaderos, es un «producto artesano» que cumple con unos «exhaustivos controles» y que huye de los lineales de los supermercados y las grandes superficies comerciales. «Nuestro sitio está en las tiendas especializadas, el comercio de proximidad, las panaderías y los despachos de pan», concretó en declaraciones a este periódico, Isaac de Prado, vicepresidente de la Asociación de Panaderos de Palencia.
producción. La aceptación de este alimento entre los palentinos es tal que es el segundo pan más vendido en la provincia por detrás de las barras. Es más, el 40 por ciento de las 600 fabiolas que se elaboran a diario en territorio palentino (entre 150 y 200 cada obrador) pertenecen a la marca de garantía.
Y es que, como señala De Prado, propietario de la Panficadora El Valle de Saldaña, «la fabiola está muy arraigada en la provincia». Pone como ejemplo el «gran número de establecimientos hosteleros» que la sirven, por ejemplo, con un pincho de tortilla en la capital. Un punto a favor para un alimento de primera necesidad con 63 años de historia, pues su nacimiento se vincula al enlace real en 1960 entre la aristócrata española Fabiola de Mora y el rey Balduino de Bélgica.
CONVENIO CON LA DIPUTACIÓN
En este contexto, De Prado mantuvo una reunión con el diputado de Desarrollo Socieconómico, Francisco Pérez, en la que se abordó la renovación del convenio de colaboración por valor de 10.000 euros que suscribe anulamente la institución provincial con la marca de garantía para la promoción y puesta en valor de las fabiolas.
Allí se expuso también la memoria de todas las actividades que se han realizado a lo largo del último año y las que están por venir al objeto de divulgar un producto que lleva el nombre de Palencia por todo el territorio y que goza de «muy buena fama» dentro y fuera de las fronteras provinciales.
Un espaldarazo para este pan tan característico de Palencia se elabora a partir de una masa de baja hidratación y un tiempo de amasado muy breve. Se emplea harina blanca de trigo, con mucha fuerza, bien equilibrada, con una calidad superior, agua, levadura, mejorante, sal, masa madre (determinante de la calidad del producto final) y, como carácter diferenciador, algunos productores añaden una pequeña proporción de manteca de cerdo (hasta un máximo del 5 por ciento), ingrediente que participa en la jugosidad y en el sabor de la pieza.