«Puede ser que en 2025 vayamos con una nueva obra a Palencia»

Pablo Torres
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La actriz María Galiana recogerá mañana, en el auditorio municipal de Guardo, el Premio AMGu de Honor en el marco de la gala de clausura del Certamen de Teatro Aficionado de la localidad. También interpretará su recital 'Yo voy soñando caminos'.

María Galiana - Foto: DP

María Galiana se ganó el cariño de todos los españoles gracias a su papel de Herminia, la entrañable abuela de la icónica serie Cuéntame cómo pasó, de Televisión Española. Nada más ni nada menos que 22 años estuvo la producción en antena, que llegó a su fin el pasado 29 de noviembre. 

Más allá de Cuéntame, María Galiana acumula a sus espaldas una trayectoria de casi 40 décadas detrás de las cámaras y encima de los escenarios. A sus 88 años, continúa recorriendo el país, y así seguirá «mientras la salud» se lo permita. La actriz llega mañana al auditorio municipal de Guardo para recoger el Premio AMGu de honor e interpretar su espectáculo Yo voy soñando caminos junto a Luis Santana, Víctor Carbajo y algunos alumnos de AMGu. El acto se desarrollará en la gala de clausura del X Certamen Nacional de Teatro Aficionado de Guardo. 

A pesar de su edad y su extensa trayectoria, continúa subiéndose a los escenarios con la misma ilusión. ¿Cuál es su secreto?
Lo primero es tener salud. Lo segundo, no darle demasiada importancia a lo que se hace. Gracias a Dios, me viene muy bien el no parar porque, si no, me quedaría en casa sin hacer nada. 

Aunque el cuerpo pueda estar muy dolorido, lo más importante es seguir trabajando mientras la cabeza funcione. 

Ha hecho un sinfín de trabajos, pero el más reconocido es, sin duda, el personaje de Herminia en la serie Cuéntame cómo pasó. ¿Estará siempre dentro de usted? 
Son 22 años los que hemos estado al pie del cañón. 

Precisamente, ahora, acabamos de estrenar una función. Estamos haciendo una pequeña gira hasta entrar en Madrid en junio. Cuando me lo propusieron, pensé en lanzarme a ello para que la gente vea que puedo hacer otras cosas y, aunque sea muy mayor, no me encasillo. 

Puede ser que en 2025 vayamos con la obra a Palencia. Con todas las funciones de teatro he ido, así que lo más probable es que entre en la gira. 

Tiene la mirada puesta en 2025. ¿Cuántos años más se ve sobre los escenarios? 
No se sabe. Una actriz como yo no se jubila a no ser que lo haga la salud. Mientras esté fuerte y con la cabeza en su sitio, y sea capaz de aprenderme de memoria las funciones largas como la que estoy haciendo ahora, ahí estaré. 

No puedo arriesgarme a decir los años que me quedan: pueden ser varios, uno o meses. 

Tras más de dos décadas, el último episodio de Cuéntame cómo pasó debió ser muy emotivo. ¿Cómo recuerda el último día rodaje? 
Como se dice en Andalucía, no le quise dar el hilillo. Procuré que fuera lo más sencillo posible y que no hubiera nada que nos hiciera difícil el separarnos.
El último capítulo se grabó en un pueblo de Toledo. Estuvimos mucho en el campo, y eso ayudó un poco a que no fuera especialmente difícil la ruptura. 

Lo más duro pasó dos o tres días después. Fuimos a recoger algo y vimos que estaba todo desmantelado. El barrio de San Genaro había desaparecido, no había casas, coches…

En ese último episodio, su personaje de Herminia fallece. ¿Hubiera preferido que se quedara viva en el recuerdo de los espectadores? 
Cuando estábamos preparando la última temporada, que era muy corta, me consultaron sobre si Herminia vivía o no. Dije que lo más lógico es que muriera. 

El personaje era mayor que yo en la realidad. ¿Iba a cumplir los 102 años en la serie? Eso iba a ser muy irreal y lo suyo es que se terminara. ¿Que luego quieren hacer una precuela u otra cosa? Que lo hagan, pero Herminia ya ha cumplido con su cometido. 

¿Con qué momento se queda en todos estos años? 
Han sido muchas etapas y después de tantos años no puedo recordar todas las secuencias. La mayoría de las que más me han gustado han sido las que he hecho con Ricardito (Ricardo Gómez, Carlos Alcántara en la serie). La relación con él fue extraordinaria porque empezó a los siete años y se fue con más de 20. 

Después de reunir a miles de familias en torno a la televisión durante estos 22 años se le considera la abuela de España. ¿Le gusta ese apodo? 
Me gusta, pero yo me debo a mi profesión de actriz. Si hago un personaje muy diferente en el teatro habrá gente que pregunte: ¿pero esta no era la abuela? Es lógico que ocurra en mi trabajo. Me he quedado con este personaje y ya está. Por mi edad, es lo que tengo que ser. 

Al teatro se va muy poco. A los que nos ve mucha gente es porque hemos actuado en televisión, y los personajes que perduran en el tiempo son porque han salido allí. 

Llega mañana al Certamen Nacional de Teatro Aficionado de Guardo, donde recogerá el Premio AMGu de Honor e interpretará el espectáculo Yo voy soñando caminos. ¿Qué significa para usted actuar en pueblos, lejos de las capitales donde suelen concentrarse la mayor parte de espectáculos?
Gracias a Dios, en los recitales, hemos visitado muchos pueblos, incluso, algunos muy pequeños. A nosotros nos llena de satisfacción porque es una forma de expandir la cultura. 

Hay lugares donde nunca han escuchado versos o cantar en un barítono. Estamos haciendo una buena labor e ir a Guardo me parece fantástico. Yo me lo paso muy bien. 

Antes de dedicarse a la interpretación fue profesora. ¿Cómo era?
Estoy muy satisfecha con mi labor docente. Casi siempre he dado clase a cursos superiores. 

No tengo ninguna queja de mis alumnos, sino todo lo contrario. Y yo creo que ellos también. Cuando me los encuentro, que alguno tiene ya 60 años, todos hablan con mucho cariño de la época en la que estuvimos juntos.