Interrail gratuito, o casi, para las vacaciones de los jóvenes; subvención de parte de sus viajes en tren y autobús por España, 400 euros para actividades culturales sin que tengan que aportar las entradas a museos o galerías, así que pueden gastárselas en copas si quieren, ayudas para vivienda… Los analistas de Moncloa y Ferraz apuntan que decrece el respaldo de los jóvenes, así que el gobierno lleva varios días desgranando medidas muy atractivas para ellos y decidan otorgarles su voto. Se esperan aún más anuncios antes del 28-M. Pedro Sánchez está que se sale.
Ninguna promesa se puede concretar si no salen las cuentas, pero ese no es problema de Sánchez en este momento, lo prioritario es ganar las elecciones y el que venga detrás, que arree. Aunque sea él mismo. Como decía Tierno Galván, las promesas electorales no están para que se cumplan.
Ya podría Sánchez dedicar parte de su tiempo a solucionar los problemas internos de su gobierno, porque no hay peor enemigo que el ridículo, y en estos momentos el ingenio de los expertos en memes, donde los españoles se llevan la palma, ha encontrado un filón en los miembros del gobierno. Empezando por el propio presidente, siguiendo con Yolanda Díaz y sus adversarias Montero y Belarra, alguna referencia a Garzón aunque sin excesivo entusiasmo y, en los últimos días, con Félix Bolaños de número uno en el cuadro de honor. Aunque su hospitalización por un problema serio de vesícula le concederán una tregua.
Sánchez, a pesar de los anuncios que son recibidos con aplausos y que es probable que le den votos entre los jóvenes crédulos, no tiene muchos motivos para expresarse con esa confianza, fortaleza y vanidad que intenta transmitir en campaña.
No viajará a muchas de las provincias porque quiere evitar los gritos de protesta con los que puede ser recibido, la Junta Electoral Central ha abierto un expediente a su ministra portavoz, y sus socios ERC y Bildu pretenden reprobar a la ministra responsable de las políticas de transporte y las de vivienda; las huelgas indefinidas en el sector judicial empiezan a ser de gravedad extrema y la gente que se encuentra bloqueada por la falta de actividad que impide que se vean sus causas, empiezan a perder la paciencia y cualquier día se colocan un chaleco amarillo. Siguen los paros en Sanidad, y no es Madrid la región que presenta los peores datos, sino que mejora los de varias comunidades gobernadas por el PSOE, y en Bruselas están investigando qué ocurre con el trato a la lengua oficial de España, el castellano, en centros educativos de Cataluña, País Vasco, Valencia y Baleares con el respaldo del gobierno y del PSOE.
Por no mencionar el destrozo interno que está haciendo Yolanda Díaz en el Ejecutivo.
Sánchez está que se sale. Pero tiene motivos sobrados para reflexionar y preocuparse por las consecuencias de sus políticas.